Cuando Whirlpool creó su primera línea de lavadoras de carga frontal, a los diseñadores se les ocurrió una idea sencilla pero ingeniosa: poner el aparato encima de un pedestal de entre 10 y 15 pulgadas. Los usuarios ya no tendrían que agacharse tan profundamente para la carga de la ropa o para pescar el último calcetín de la parte posterior del tambor. El cambio era ideal para las personas mayores y aquellos con problemas de espalda, pero también hizo que la lavadora fuera más fácil de usar para todos. Ese es un principio básico de un enfoque conocido como "diseño universal".

"Se trata de acomodar una gama de habilidades", afirma Doug Beaudet, director global de experiencia de usuario y diseño de interacción en Whirlpool. La compañía ha empleado el concepto de diseño universal para crear una serie de características que hacen que sus aparatos sean fáciles de usar, tales como la adición de señales visuales y de audio para indicar opciones de lavado o una señal cuando el ciclo ha terminado.

Esta filosofía ha infundido más y más diseño en la última década. "No importa si usted está diseñando un dispositivo móvil o un aparato de seguimiento médico—los principios son los mismos", afirma William Gribbons, director del programa de postgrado en factores humanos y diseño de la información en la Universidad de Bentley. "Tenemos que centrarnos en cómo las personas interactúan físicamente con el producto".

Aunque el diseño universal no significa diseñar específicamente para la población de mayor edad, ese enfoque ha inspirado una serie de productos que resultaron ser más útiles en términos generales. Los utensilios de cocina y jardinería de Oxo, por ejemplo, fueron diseñados inicialmente para personas mayores que tenían dificultades para agarrar los mangos de herramientas estándar. Sin embargo, la compañía pronto descubrió que sus mangos tuvieron un atractivo mayor, asegura Gribbons. Whirlpool también ha aplicado este enfoque en sus últimos refrigeradores. Mientras que los refrigeradores tradicionales son iluminados por una única bombilla, dejando en sombra muchos artículos en los estantes más bajos y haciendo difícil para muchas personas poder verlos, los nuevos modelos tienen iluminación LED a lo largo de los laterales.

Alcanzar un diseño universal de éxito puede ser difícil. Al teléfono Jitterbug, un teléfono extremadamente fácil de usar orientado principalmente a las personas mayores, le fue bien en parte porque el dispositivo también atrajo el interés de padres que querían dar a sus hijos un teléfono simple por razones de seguridad. Sin embargo, otros teléfonos dirigidos a personas mayores han fracasado, entre ellos algunos con botones muy grandes. "Estéticamente, esta generación es cada vez más exigente", afirma Gribbons. "Desean una mejora de la funcionalidad, pero no quieren algo que les recuerde que son viejos. Esto genera más presión sobre los diseñadores de productos".

Gribbons cree que los coches son un producto maduro y listo para la aplicación del diseño universal. "La industria automotriz ha ignorado el hecho de que están creando un vehículo muy difícil de usar por las personas mayores", señala. Muchos de los últimos vehículos, por ejemplo, tienen pantallas táctiles con hileras de botones pequeños y de bajo contraste. "Si mejoramos algunos de esos problemas de diseño", afirma, "no sólo haremos coches más seguros para las personas mayores. También haremos que sean seguros para los demás".