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Biotecnología

Aplicaciones móviles de salud que comparten información

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Un proyecto tiene como objetivo recopilar datos de aplicaciones, con el potencial de permitir nuevos tipos de investigación en salud.

  • por Katharine Gammon | traducido por Francisco Reyes (Opinno)
  • 24 Junio, 2011

Un conjunto de herramientas para crear aplicaciones de telefonía móvil que recogen información relacionada con la salud tiene como objetivo cambiar la forma en que se almacena, comparte y utiliza dicha información de salud.

El proyecto Open mHealth, desarrollado en la UCLA y la UCSF, ofrece tecnología para aplicaciones de salud que transmiten una variedad de datos al almacén central de datos del proyecto. Estos datos pueden incluir información introducida por los usuarios, y también cosas como información de seguimiento del GPS y el acelerómetro de los teléfonos inteligentes. Uno de los proyectos piloto, por ejemplo, está estudiando la dieta, el estrés, el movimiento y los patrones de ejercicio de madres primerizas con sobrepeso. Los usuarios tienen control sobre qué datos son capturados y deciden con quién se comparten. Los hospitales, proveedores de atención sanitaria y las startups podrían diseñar aplicaciones adicionales basadas en los datos.

Los teléfonos móviles son cada vez más utilizados para rastrear enfermedades y promover el bienestar, aunque en su mayor parte, esto ocurre a través de un mosaico de aplicaciones incompatibles que llevan a cabo trabajos distintos, afirma Deborah Estrin, profesora de ciencias informáticas y directora del Centro para la Red Integrada de Detección de la Universidad de California, Los Angeles, además de investigadora en Open mHealth. "En este momento, la mayoría de las aplicaciones móviles de salud envían datos a un sitio web comercial que podría venderle la información de nuevo a usted o a otros".

Estrin afirma que compartir datos móviles de salud podría ayudar a impulsar la investigación médica: "Cuando las personas comparten los componentes de la infraestructura, la innovación es más rápida que cuando la gente trabaja por separado para reinventar la rueda".

Pone el ejemplo de un grupo de pacientes usuarios de antidepresivos a los que se les invitase a participar en un estudio de investigación a través de una aplicación de teléfono. Se trataría de hacer un seguimiento de los efectos secundarios y los niveles de depresión y actividad, y enviar la información a un médico para revisar los datos antes de remitirlos a la investigación. Si sólo uno de cada 250 pacientes de EE.UU. a los que se les han recetado antidepresivos tomaran parte, el estudio incluiría más de 100.000 sujetos.

El proyecto Open mHealth ya ha lanzado cinco aplicaciones y estudios piloto relacionados. El de las madres primerizas con sobrepeso recoge datos del GPS y el acelerómetro de sus teléfonos inteligentes, junto con la información introducida por las usuarias sobre su dieta y los niveles de estrés. "En realidad hemos rediseñado esta aplicación después de escuchar la opinión de algunas de las mamás primerizas", afirma Estrin. "Hemos añadido un botón de estrés en el teléfono—cuando un participante se siente estresado, pulsa el botón y se registra la hora y el lugar".

Para proteger la privacidad de los usuarios, el proyecto Open mHealth desarrolló una característica llamada bóveda de datos de carácter personal, que sostiene los datos recogidos y analizados. El usuario puede optar por eliminar cosas de la bóveda de datos o establecer filtros para que el teléfono no controle el comportamiento durante ciertas horas del día.

Debería ser posible que las organizaciones de cuidados sanitarios utilizasen la infraestructura de Open mHealth y añadiesen funciones a la misma para analizar los datos y enviarlos a terceros, como por ejemplo un médico, afirma el Dr. Michael Swiernik, director de Informática Médica en la Universidad de California, Los Angeles, y que también trabaja en el proyecto. Swiernik asegura que en última instancia, esos datos podrían ser integrados en los historiales médicos electrónicos de los usuarios.

Según algunos expertos, el proyecto puede resultar más fácil de implementar fuera de los Estados Unidos. "El éxito de Open mHealth reside en su capacidad de integración con otro software y hardware, tales como los dispositivos de punto de atención y los historiales médicos electrónicos", afirma Leo Anthony Celi, médico e investigador en el MIT dedicado a la creación de protocolos médicos móviles de código abierto para países en desarrollo. "En los EE.UU., la gran mayoría de este software y hardware es comercial".

Biotecnología

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