Las empresas han estado utilizando la externalización (o crowdsourcing) para que grandes grupos de voluntarios externos respondan a una pregunta o realicen una tarea. En la actualidad, están encontrando maneras de llevar a cabo esta misma externalización de forma interna-mediante el uso de juegos y concursos para animar a los empleados a generar, perfeccionar y poner en práctica ideas.

Hace casi dos años el Departamento de Trabajo y Pensiones del Reino Unido (DWP, por sus siglas en inglés) comenzó a pedir a sus empleados que jugasen a un juego llamado Idea Street en sus navegadores. El juego es como un buzón de sugerencias para la agencia, aunque recompensa a los jugadores por la generación de nuevas ideas: ganan DWPeas-una moneda virtual que se utiliza en el juego.

Mediante la implementación de las sugerencias hechas en el juego, el departamento espera ahorrar cerca de 30 millones de dólares (casi 21 millones de euros) en 2014, afirma David Cotterill, subdirector de innovación en el DWP. Algunas de estas ideas son aparentemente simples, pero mejoran la eficiencia del departamento, tales como una nueva forma para que los empleados reserven las salas de conferencias y una sencilla aplicación que analiza la disponibilidad de almacenamiento de datos del DWP.

Los juegos se están introduciendo en una gran variedad de entornos de negocios hoy día. Microsoft ha creado Ribbon Hero 2: Clippy's Second Chance, un juego descargable diseñado para enseñar a la gente a usar el programa Office de la compañía. Walt Scacchi y sus colegas de la Universidad de California, en Irvine (EE.UU.), han desarrollado FabLab, que convierte un juego del tipo 'shooter en primera persona', Unreal Tournament 3, en algo para entrenar a las personas a trabajar en una fábrica de semiconductores. La plataforma ShapeUp utiliza juegos para fomentar la salud de los empleados. Badgeville, una empresa que ayuda a las compañías a usar juegos en línea para atraer a consumidores, aseguró recientemente una ronda de 12 millones de dólares (8 millones de euros) de financiación.

"La gente siempre ha jugado con juegos mientras trabaja; es sólo que ahora se está formalizando y los juegos son más divertidos", afirma Richard Bartle, investigador de juegos y uno de los pioneros de la enorme industria de los juegos multijugador en línea. La firma de investigación Gartner predice que más del 70 por ciento de las 2.000 compañías más grandes del mundo pronto tendrán al menos una "aplicación con juegos" en 2015.

En el DWP, los jugadores de Idea Street ganan recompensas en forma de DWPeas no sólo mediante la presentación de ideas, sino también por proporcionar comentarios sobre las ideas de otros. La tablas de clasificación hacen un seguimiento de los empleados con la mayor cantidad de puntos.

Los puntos también ayudan a la organización a seleccionar y desarrollar las buenas ideas. Supongamos que tenemos una idea que acumula un cierto nivel de comentarios positivos por parte de la comunidad. Eso hace que pase a una fase de construcción de equipo, en la que tendremos que conseguir que un cierto número de compañeros de equipo apoyen nuestra idea. Si se tiene éxito con esto la idea pasa a la fase final, en la que se delinea una propuesta de negocio y hay que conseguir que otros jugadores inviertan sus DWPeas en la idea. En última instancia, será llevada a la aprobación de la Junta, y si se le da luz verde, todas las personas que invirtieron en su idea obtienen un retorno de su inversión. En DWP, afirma Cotterill, alrededor del 25 por ciento de las ideas que llegan a la fase final se implementan.

Tras ver los beneficios, incluyendo la forma en que el juego descompone tareas grandes en pedazos más pequeños y manejables, otros departamentos del Gobierno británico están comenzando a utilizar Idea Street. Se estrenó en el Ministerio de Justicia y el Departamento para la Innovación y las Capacidades Empresariales el año pasado.

Rajat Paharia, director de productos y fundador del servicio de juego Bunchball, espera que más organizaciones sigan este ejemplo. Para él, hay una conexión evidente entre la naturaleza de los negocios y la naturaleza de los juegos. "La mayoría de las empresas no han pensado en ello lo suficiente", afirma Paharia, pero el mundo empresarial "ya es de por sí un juego gigante".