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Biotecnología

Un gel permitiría arreglar vasos sanguíneos rotos sin necesidad de puntos de sutura

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Ciertos procedimientos quirúrgicos delicados podrían ser más rápidos y seguros.

  • por Alla Katsnelson | traducido por Francisco Reyes (Opinno)
  • 12 Septiembre, 2011

Un gel sintético  sensible a la temperatura podría ayudar a los cirujanos a reconectar los vasos sanguíneos de forma más rápida, segura y sencilla. El nuevo gel, que ha sido probado con éxito en ratas permitiría tanto un tipo de cirugía robótica más compleja, como otra  mucho menos invasiva.

Se han producido pocos avances en el campo de la reconexión de vasos sanguíneos desde que el cirujano francés Alexis Carrel recibiera el Premio Nobel en 1912 gracias a su método para coserlos. Hace aproximadamente una década, el cirujano Geoffrey Gurtner inició la búsqueda de una sustancia que pudiera ser vertida en los pequeños vasos sanguíneos que se esforzaba en reconectar, y que sirviese para mantenerlos abiertos mientras los cosía. "Una gran cantidad de cirugías requieren volver a conectar los vasos", afirma Gunter. "En dos terceras partes de las operaciones esta técnica sería de gran ayuda".

Después de aceptar un puesto en la Universidad de Stanford (EE.UU.), Gurtner se asoció con un grupo de ingenieros químicos y expertos en biomateriales de la universidad que adaptaron una sustancia llamada Poloxymer 407-ya aprobada para su uso interno por la Agencia Estadounidense del Medicamento- para llevar a cabo el trabajo. 

El truco consistía en modificar las propiedades de la sustancia de forma que cambiara de estado líquido a sólido cuando estuviese a unos pocos grados por encima de la temperatura corporal. El grupo utilizó una lámpara halógena para calentar el área alrededor de un vaso sanguíneo de rata seccionado a continuación agregaron el Poloxymer y por último  sellaron los dos extremos con pegamento quirúrgico.

"El líquido se solidifica y en lugar de tener un montón de piezas sueltas y frágiles como si fueran tallarines, conseguimos algo parecido a unas varillas uniformes, afirma Gurtner. Después de conectarlos, "conseguimos una unión sin cicatrices entre los dos vasos sanguíneos", explica el investigador.

El grupo ha probado esta técnica en ratas: en la aorta y en vasos sanguíneos pequeños o poco accesibles. El proceso no solo fue cinco veces más rápido que si se hubieran cosido a mano, sino que los animales también presentaron menos cicatrices y sufrieron menos inflamación hasta dos años después del experimento. La técnica se describe en un estudio publicado en la revista Nature Medicine.

Gurtner no es el primero en sugerir una propuesta como esta. Roger Khouri, cirujano plástico y microvascular que trabaja en Miami, (EE.UU.), patentó una idea similar hace casi 20 años.

Khouri utilizó una sustancia a base de lípidos que podía ser enfriada hasta alcanzar el estado sólido con agua fría y disolverse después a temperatura corporal. Sin embargo no existían pegamentos en aquella época que se pudieran utilizar en el cuerpo, por lo que su equipo empleaba grapas quirúrgicas. "Utilicé la técnica en pacientes pero nunca llegó a despegar porque las grapas no se fijaban bien", asegura Khouri.

Gurtner espera comenzar a probar la técnica en pacientes el próximo año, aunque le gustaría mejorar el pegamento que utiliza su equipo. "Si conseguimos  que sea perfecto los médicos no se lo pensarán dos veces antes de usar este sistema", indica.

No obstante, Bruce Klitzman, ingeniero biomédico y fisiólogo microvascular de la Universidad de Duke (EE.UU.), advierte de que incluso si funcionase igual de bien en seres humanos no podría ser plenamente adoptado por los cirujanos vasculares. "Puede que les ahorren cinco o diez minutos, y si es así quizá lo usen, pero por otra parte, es posible que con esta técnica no tengan la misma flexibilidad que con la sutura", concluye Klitzman.

Biotecnología

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    SARAH ROGERS/MITTR | GETTY