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Una start-up que te permite guardar y compartir recortes de páginas web

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Se acabó el 'corta y pega', Clipboard emplea una tecnología avanzada que permite a sus usuarios guardar la parte que quieran de una página web.

  • por Erica Naone | traducido por Lía Moya (Opinno)
  • 17 Octubre, 2011

Es posible que Internet haya facilitado la comunicación con personas que están a miles de kilómetros y haya puesto bibliotecas enteras llenas de conocimiento al alcance de nuestra mano, pero todavía hay muchas operaciones sencillas que son difíciles de hacer en línea. Por ejemplo, guardar un trozo de una página web. Esa tarea tan específica es más complicada de lo que parece. Una start-up llamada Clipboard está desarrollando una sencilla solución usando algunas tecnologías web bastante sofisticadas.

Clipboard permite a sus usuarios seleccionar y almacenar recortes de páginas web en una cuenta con base en la nube. Los usuarios pueden comentar sobre estos recortes, etiquetarlos y buscarlos. El sitio permite que los recortes sean privados, que se puedan compartir con algunas personas o que estén abiertos al público. El nuevo sitio se ha mantenido bajo el radar hasta el jueves pasado, pero ahora se abre para una prueba beta privada (los lectores de Technology Review están invitados a participar y se pueden apuntar aquí).

El fundador del sitio es  Gary Flake, quien ya había fundado anteriormente Live Labs de Microsoft, Yahoo Research y Overture Research. Flake comenta que Clipboard surgió de sus propias necesidades. No encontraba una forma satisfactoria de guardar y compartir la información que encontraba mientras navegaba por la web. De hecho, describe un laborioso proceso que le resultará familiar a muchos usuarios de Internet: Tras encontrar algo interesante en la red -afirma- lo seleccionaba, pulsaba control + C, abría un procesador de textos o programa de correo electrónico, pegaba el contenido en ellos y lo guardaba o enviaba. “Eso es lo más avanzado que existía para guardar cosas”, sostiene Flake. “Para mí había un enorme hueco que llenar”.

Evidentemente, existen muchos servicios que permiten a la gente guardar y compartir cosas que encuentran en línea. La gente suele poner enlaces a redes sociales como Facebook y Twitter, o a sitios web dedicados específicamente a marcar páginas, como la recientemente resucitada Delicious. Servicios como Evernote permiten que la gente cree un caché de memoria digital cargado con notas, fotos e información guardada de páginas web.

Pero al repasar lo que existe -Flake comenta- no encontraba nada que cumpliera con todos sus requisitos. Quería guardar elementos de la red de forma que conservaran su aspecto, para poder beneficiarse de su memoria visual de la página. Quería que los recortes siguiesen funcionando, esto es, que los enlaces estuviesen activos y los vídeos pudiesen reproducirse.Y por último, quería que las cosas que guardase fueran portátiles, almacenadas en la nube y que fuera fácil colocarlas allí desde un buscador en cualquier ordenador.

Flake describe Clipboard como un servicio en línea que se coloca encima de las páginas web abiertas en el buscador. Para usarlo, es necesario instalar un marcador en el buscador. Sin embargo, pulsar el botón no conduce a la persona a una nueva página web, sino que lanza la aplicación ligera de JavaScript de Clipboard. Estando activa, la aplicación permite al usuario seleccionar partes de una página web abierta. Luego funciona con un algoritmo de extracción que analiza la página y averigua cómo escribir HTML y CSS que recrearán lo que se ha seleccionado.

Si bien la recreación se basa en los códigos HTML y CSS fuente que carga la página original, el algoritmo debe averiguar cómo transformar el recorte en algo autocontenido. Reescribe el HTML y CSS para que el recorte tenga el mismo aspecto y funcione igual, aún separado de su entorno original. También impide que el recorte choque con otros recortes que el usuario puede haber guardado. Ese análisis no es sencillo y tiene que hacerse rápidamente, dice Flake. “Los buscadores de hace tres años no habrían podido con el algoritmo”.

Clipboard intenta ser inteligente adivinando qué partes querrá guardar el usuario. La aplicación también analiza la página para determinar qué bloques es probable que el usuario quiera guardar. Aunque es posible que en el futuro las páginas web añadan pistas que indiquen cuál es la mejor forma de dividir el contenido, la aplicación está diseñada para funcionar sin ayuda.

Una vez que los usuarios guardan el contenido, Clipboard les da muchas opciones respecto a qué hacer con él. La capacidad del sitio de conservar la función de la página conduce a algunos casos interesantes de uso. Flake demostró que él y su mujer podían guardar calculadores de hipotecas a mitad de la operación, permitiendo a la pareja comunicarse los parámetros y hacer variaciones sobre la marcha. Otros han usado el servicio para crear carpetas de trabajo en línea, recortando muestras de páginas web que enseñan su trabajo de diseño o de codificación.

“Clipboard no te impone de ninguna manera lo que debes recortar”, afirma Flake. La gente puede usar el servicio para guardar material para sí mismos -explica- al investigar o hacer seguimiento de cosas interesantes. Pueden comunicarse entre ellos sobre recortes usando un sistema popularizado por Twitter -una “@” envía un recorte a otro usuario de Clipboard. El servicio también facilita que se compartan los recortes a través del correo electrónico o las redes sociales. Y los usuarios pueden decidir si sus recortes son públicos.

Ahora, asegura Flake, el sitio empieza a abrir sus puertas a una comunidad más grande mientras continúan construyendo más formas de que los usuarios analicen y usen las cosas que recortan. “Para mí, nuestro objetivo era cubrir una necesidad que casi cualquier usuario de internet tiene entre una y 20 veces al día”, sentencia Flake.

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