.

Tecnología y Sociedad

Business Impact: El creador de Cloud Valley

1

Edward Tian quiere ofrecer al pueblo chino la potencia de un superordenador por unos 70 euros.

  • por Christina Larson | traducido por Francisco Reyes (Opinno)
  • 25 Octubre, 2011

En un suburbio de Beijing, 800 trabajadores llegan cada día a un edificio de oficinas de vidrio y mampostería con una misión compartida: crear la versión china de la nube de Internet. 

Conocido como Cloud Valley, el campus tecnológico de 7.000 metros cuadrados ha sido creado por Edward Tian, ​​un emprendedor de 48 años de edad responsable de haber llevado la banda ancha a China en la década de los 90. En el campus, una inversión valorada en millones y procedente de las empresas de Tian hace posible que los ingenieros trabajen con los servidores dentro de contenedores refrigerados, y que jóvenes programadores realicen sesiones de codificación durante toda la noche. Estos son los componentes de lo que Tian espera que se convierta en una cadena de suministro para la computación en nube <i>Made in China</i>.

China es el hogar de la mayor población mundial de usuarios de Internet, unos 485 millones de personas, así como del servicio de microblogging más utilizado, el espontáneo y a menudo controvertido Sina Weibo. No obstante, a pesar de poseer una bulliciosa cultura de Internet, el país no ha estado a la vanguardia de la innovación informática. China ensambla PC y portátiles diseñados en otros lugares del mundo y su uso de tecnología basada en Internet aún está muy retrasado. Las oficinas del Gobierno requieren a menudo comunicaciones por fax y muchas pequeñas empresas siguen haciendo sus cuentas de forma manual. Con la computación en nube, Tian cree que puede ayudar a las empresas chinas, usuarios individuales y departamentos Gubernamentales, a dar el salto al siglo XXI poniéndose al día tras décadas de retraso en cuanto a hardware y software.

La computación en nube permite que los datos y las aplicaciones sean almacenadas no en ordenadores personales individuales, sino en servidores remotos. Eso puede reducir los costes de TI y dar acceso a software potente a través de teléfonos inteligentes y ordenadores portátiles. Del mismo modo que estos avances son importantes en Occidente, asegura Tian, lo son aún más en China. "Con la nube podríamos tener acceso una potencia ilimitada de almacenamiento con un ordenador simple", afirma. "El coste de un ordenador podría ser de tal vez 100 dólares (72 euros); todo lo que realmente sería necesario es una pantalla. Esto es fundamental para China, que sigue siendo un país muy pobre. Para mí, el objetivo de promover la computación en nube es permitir que todos los ciudadanos -especialmente las personas en las regiones subdesarrolladas- tengan acceso a la informática y la información."

Las ambiciones de Tian encajan con las del Gobierno chino. En su más reciente Plan Quinquenal, publicado en marzo, Beijing definió la tecnología de la información como una de las siete "tecnologías emergentes" estratégicas, dirigida a una inversión total de 600 mil millones de dólares (432 mil millones de euros). Entre las otras tecnologías seleccionadas se incluyen la energía limpia y la manufactura avanzada. La computación en nube, por su parte, se colocó bajo el control del recién creado Ministerio de Industria y Tecnología de la Información.

"El Gobierno es un gran defensor porque reconoce la importancia estratégica de la nube", indica Panha Chheng, director sénior de estrategia en iSoftStone, una empresa de servicios con sede en Beijing. "Dado que la nube es todavía relativamente nueva, aún es posible que China sea uno de los primeros en adoptarla y que se posicione a la vanguardia".

Tian ha formado parte del entorno de Internet en China desde hace mucho tiempo. A principios de la década de los 90, como estudiante de postgrado en la Texas Tech University (EE.UU.), fue cofundador de una empresa, AsiaInfo Holdings, para llevar la tecnología de Internet a China. En 1999, el Gobierno chino pidió a Tian coger el timón en el recién creado China Netcom Group, con el objetivo de construir la red nacional de banda ancha. Hoy día, es un peso pesado de los negocios ​​que forma parte de los consejos de administración de Lenovo y MasterCard Internacional y dispone de una lista de contactos que incluye a gran parte de la élite de Silicon Valley.

Tian señala que tuvo la idea de crear Cloud Valley hace tres años, durante unas conversaciones con dos de los otros genios de Internet en China, el cofundador de Yahoo, Jerry Yang, y el cofundador de Trend Micro, Steve Chang. La computación en nube era la próxima ola a la que China tenía que subirse, aconsejaron por aquel entonces.

Con una inversión inicial de 78 millones de dólares (56 millones de euros), China Broadband Capital, la empresa que Tian preside en la actualidad, ha proporcionado capital semilla para nueve start-ups dedicadas a trabajar en diferentes eslabones de la cadena de suministro de la computación en nube. Una de ellas, China Supercloud, ya ha comenzado a vender servidores diseñados en China que compiten con los de IBM; otras empresas están desarrollando software o proyectos para centros de datos. Tian espera que todas las empresas sean rentables finalmente.

Las empresas se encuentran alojadas juntas en un parque de oficinas en la parte sureste de la Zona de Desarrollo Económico y Tecnológico en Beijing; la instalación abrió sus puertas en agosto de 2010. "Es importante colocar a todos los emprendedores juntos para compartir ideas y financiarlo con capital", señaló Tian. "Caminando por la cafetería -donde la comida es gratis -se puede sentir el entusiasmo de los jóvenes emprendedores". También se han abierto ramas más pequeñas de Cloud Valley el año pasado en Shanghai, Nanjing y Shenyang.

El uso los servicios de computación en nube en China sigue estando ampliamente por detrás en relación a otros países. Una encuesta de 2010 realizada por la consultora Accenture encontró que solo el 11 por ciento de las grandes organizaciones en China había desplegado algún tipo de tecnología en nube, en comparación con el 42 por ciento en Estados Unidos y más del 60 por ciento en Francia y Alemania.

Uno de los obstáculos es la lentitud de Internet en China: en general, las conexiones son extremadamente lentas, lo cual no se adapta a las necesidades en tiempo real de los negocios. La estructura de Internet en China es parte del problema, indica Reuven Cohen, fundador del proveedor de servicios en nube Enomaly. La red no está bien integrada y es propensa a interrupciones. Además, explica Cohen, la supervisión continua del Gobierno ralentiza "incluso la más rutinaria de las actividades de Internet".

Los problemas de seguridad son otro obstáculo para la construcción de la nube en China. El Gobierno podría restringir aplicaciones si se convierten en canales de ideas políticas prohibidas. Además, las empresas extranjeras podrían no querer almacenar datos confidenciales en un servidor chino. "La percepción del riesgo es una barrera importante", afirma Dale Sartor, ingeniero de los Laboratorios Nacionales Lawrence Berkeley, del Departamento de Energía de Estados Unidos, que ha visitado varios grandes centros de datos en China. Los usuarios "deben contar con el proveedor de servicios y confiar en él -una proposición que puede asustar a aquellos que prefieren el control directo sobre su información y recursos empresariales importantes".

Tian está acostumbrado a responder a este tipo de preocupaciones. "Esta es casi siempre la primera pregunta que me hacen acerca de la nube: ¿Cuál es el grado de seguridad de la información?", señala. Sin embargo, él resta importancia a los temores. "Con cada revolución tecnológica se crea un nuevo conjunto de problemas, pero hay que compararlo con la eficiencia y la comodidad que la nueva tecnología trae consigo", asegura Tian.

Tecnología y Sociedad

Los avances tecnológicos están cambiando la economía y proporcionando nuevas oportunidades en muchas industrias.

  1. ¿Está la robótica a punto de vivir su momento ChatGPT?

    Los investigadores están utilizando la IA generativa y otras técnicas para enseñar a los robots nuevas habilidades, incluidas tareas que podrían realizar en los hogares.

    Stretch Robot Presents a Rose in its gripper
  2. Cómo las baterías térmicas están caldeando el almacenamiento de energía

    Los sistemas, que pueden almacenar energía limpia en forma de calor, fueron elegidos por los lectores como la undécima tecnología emergente de 2024.

    Dos ingenieros con batas de laboratorio controlan la batería térmica que alimenta una cinta transportadora de botellas.
  3. Probar fármacos, crear bioordenadores y otros usos de los organoides

    Los científicos utilizan organoides para analizar candidatos a fármacos, cultivar virus, construir bioordenadores y mucho más

    Probar fármacos, crear bioordenadores y otros usos de los organoides