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Biotecnología

El EEG detecta señales de consciencia en pacientes en estado vegetativo

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Investigadores desarrollan una forma sencilla de probar si pacientes que parecen insensibles lo son realmente o no.

  • por Emily Singer | traducido por Lía Moya (Opinno)
  • 15 Noviembre, 2011

Tres pacientes con lesiones cerebrales cuyo estado está diagnosticado como vegetativo -es decir, que no responden al entorno- puede que en realidad estén conscientes. Usando un EEG (electroencefalograma) para medir su actividad cerebral, varios investigadores descubrieron que podían cumplir órdenes sencillas.

Esto refuerza descubrimientos anteriores del mismo grupo que sugieren que algunas personas que no demuestran respuestas externas pueden tener un nivel relativamente elevado de capacidad cognitiva. El objetivo último de los investigadores es desarrollar este enfoque para terminar por convertirlo en una herramienta de comunicación.

En el estudio, los investigadores analizaron a 16 pacientes con lesiones cerebrales (algunas debidas a traumatismos y otras a falta de oxígeno) y a 12 personas sanas, pidiendo a ambos grupos que pensaran en la acción bien de mover las manos, bien los dedos de los pies con un EEG puesto. Descubrieron que, al igual que la gente sana, tres de los pacientes con lesiones cerebrales podían generar fiablemente dos patrones de actividad cerebral diferenciados basándose en la orden. Uno de los pacientes lo repitió más de 200 veces, más de lo que pudieron hacerlo los participantes sanos.

En anteriores ocasiones este equipo había usado IRM funcional, o imágenes cerebrales por resonancia magnética, para demostrar que un paciente diagnosticado como vegetativo podía usar un sistema parecido al descrito ahora para responder a preguntas cuya respuesta fuera sí o no. Ese sorprendente descubrimiento conmocionó a la comunidad médica, dando paso a la pregunta de cuántos de entre este tipo de pacientes tienen funciones cognitivas más allá de lo que indican sus funciones externas. 

Sin embargo, las máquinas de IRM son caras y su uso se limita principalmente a los hospitales, lo cual las convierte en una herramienta difícil para estudiar a pacientes con lesiones cerebrales, que suelen estar en rehabilitación o en residencias. En este nuevo estudio, los investigadores han usado un aparato de EEG estándar, que es relativamente barato y portátil. “Probablemente sea tan sensible como la IRM”, afirma Adrian Owen, investigador de la Universidad de Western Ontario (Canadá), y director del estudio. “Eso significa que tenemos una herramienta que podemos sacar a la comunidad y usar en los hospitales o residencias”.

Los investigadores pueden distinguir la intención de mover una mano de la de mover un dedo del pie porque la actividad cerebral se origina en sitios distintos de la corteza motora, la parte del cerebro que controla el movimiento. El equipo de Owen se pasó la mayor parte del año pasado averiguando cómo decodificar con precisión las señales eléctricas que emite el cerebro al imaginar estos movimientos. Los hallazgos del nuevo estudio se publicaron la semana pasada en la revista The Lancet.

Los tres pacientes que pudieron responder vía EEG no compartían ninguna característica evidente. Tenían edades distintas, el tiempo pasado desde la lesión original era diferente y los tipos de lesiones sufridas no guardaban relación. Ahora el equipo de Owen está usando máquinas de IMR de alta definición para estudiar sus cerebros en detalle con la esperanza de hallar alguna característica común. “Cualquier cosa que hagamos para mejorar nuestra comprensión o para saber más sobre lesiones cerebrales catastróficas puede ayudarnos a comprender qué está sucediendo”, sostiene Owen.

Con el tiempo esperan poder usar el método del EEG para hacer preguntas a los pacientes, como hacían con la IMR. De momento los investigadores no pueden leer las respuesta del EEG en tiempo real, haciendo que la interacción resulte muy difícil. “Ahora nuestra prioridad es intentar acelerar [el tiempo de respuesta], y después pasaremos a la comunicación”, afirma.

Exactamente qué indican estos descubrimientos sobre el nivel de consciencia del paciente aún es controvertido. “Creo que están plenamente despiertos y son conscientes de lo que está sucediendo”, explica Owen. “Para ser capaces de hacer esto, tienen que haber entendido las instrucciones que les hemos dado, haber mantenido la atención, estar atentos a la tarea y responder. Todas estas cosas se asocian con la consciencia”.

Morten Storm Overgaard, director de la Unidad de Investigación en Neurociencia Cognitiva de la Universidad de Aalborg (Dinamarca), no está de acuerdo. “Creo que su estudio es muy interesante, pero es difícil argumentar que hay una relación entre obedecer órdenes y la consciencia. Y no hay una forma independiente de asegurarse”, afirma Overgaard, quien escribió un comentario acompañando el artículo. Sin embargo, Overgaard sí que está de acuerdo en que alguien capaz de responder a preguntas con fiabilidad vía la actividad cerebral probablemente esté consciente.

Tanto Overgaard como Owen afirman que se requiere un nuevo sistema de clasificación para reflejar con precisión el estado en que se hallan estos pacientes. “Si bien cumplen con todos los criterios clínicos para el estado vegetativo, sabemos que no son realmente vegetativos”, afirma Owen. Existe una propuesta, el “síndrome de insensibilidad conductual”, pero su uso aún está por generalizarse en la jerga médica.

Biotecnología

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