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Biotecnología

Un nuevo marcapasos que no necesita cables

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Regula el latido del corazón mediante un ultrasonido enviado a un receptor implantado en el propio órgano.

  • por Duncan Graham-rowe | traducido por Lía Moya (Opinno)
  • 23 Noviembre, 2011

Un marcapasos que regula el latido del corazón mediante pulsos inalámbricos de ultrasonidos lanzados desde fuera del órgano está siendo probado en humanos en Europa.

Los marcapasos tradicionales estimulan el tejido cardiaco mediante sondas eléctricas que se colocan en el corazón a través de una vena. Pero las sondas pueden fallar, lo que requiere cirugía extra para removerlas y sustituirlas. El método tradicional también limita dónde se puede administrar la descarga terapéutica.

Este nuevo aparato usa ondas acústicas dirigidas que recoge un pequeño receptor implantado de forma permanente dentro del corazón, y convierte la energía en electricidad. Al contrario que las ondas de radio, los ultrasonidos pueden atravesar los tejidos con niveles de energía lo suficientemente elevados sin provocar calentamiento.

“Eliminar la sonda en el corazón representa un avance significativo”, afirma Paul Skjefte, estratega de marketing de EBR Systems, la empresa que ha creado el marcapasos. La start-up, con sede en Sunnyvale, California (EE.UU.) surgió de las investigaciones de su fundadora, Debra Echt, antigua profesora de medicina y cardióloga en la Universidad Vanderbilt (EE.UU.)

El nuevo aparato, denominado sistema de estimulación cardiaca inalámbrica (WiCS en sus siglas en inglés), funciona como una etiqueta de identificación por radiofrecuencia en el sentido de que el receptor no tiene una fuente de energía propia, sino que recibe toda su energía y señales de forma inalámbrica, pero mediante ultrasonidos en vez de ondas de radio, explica Andy Diston, jefe de tecnología médica clínica global en la consultora Cambridge Consultants, que tiene sede en el Reino Unido y se ha asociado con EBR Systems para ayudar a comercializar la tecnología. “El receptor es diminuto, es un tubo de unos 10 milímetros de longitud y un milímetro de diámetro. Es como un grano de arroz y es completamente pasivo. Consigue su energía del transmisor”, afirma Diston.

La señal de ultrasonidos proviene de una caja similar a los marcapasos implantada en el pecho por encima de las costillas. La caja contiene una serie de transductores de ultrasonidos que dirigen y apuntan el haz hacia el receptor. El receptor recoge la señal y la convierte en un impulso eléctrico que regula el corazón.

En un principio el WiCS se está probando con marcapasos convencionales -con ambos aparatos implantados- para proporcionar un tratamiento de la insuficiencia cardiaca crónica denominado terapia de resincronización cardiaca (TRC), en el que se debe marcar el paso de las cámaras de ambos lados del corazón. Puesto que no es seguro colocar una sonda permanentemente en la aorta femoral -la única vía de entrada principal al ventrículo izquierdo- los cirujanos tienen que introducirla con muchísimo trabajo y muchísimo cuidado por los vasos sanguíneos que recorren el exterior del corazón para poder llegar al lado izquierdo.

El sistema WiCS evita tener que hacer esto al incrustar el receptor ultrasónico en el ventrículo izquierdo. Esta es la primera vez que los médicos pueden escoger en qué lugar del corazón colocan esta terapia TRC, lo que significa que se puede optimizar, según Skjefte.

La colocación de la sonda es un problema en el caso de la TRC, afirma Andrew Grace, cardiólogo consultor en el Hospital Papworth de Cambridge (R.U.) “Si se pudiera marcar el ritmo en la parte que quisiéramos  del corazón, estaría muy bien. Si además consigue funcionar de forma fiable, entonces esto será un avance”, afirma.

Este no es el primer aparato para el corazón sin sonda. Grace fue uno de los primeros cardiólogos en probar un aparato denominado desfribrilador automático implantable subcutáneo (S-ICD en sus siglas en inglés), fabricado por Cameron Health the San Clemente, California, (EE.UU.). El S-ICD está disponible desde 2009. Pero a pesar de que no requiere la colocación de sondas en el interior del corazón (usa una externa para administrar las descargas), solo puede administrar el tipio de descargas potentes que se usan para la desfibrilación, y por lo tanto no es capaz de marcar el paso. “Aunque hay otras empresas, como Medtronic, que también están desarrollando sistemas que no tienen sondas”, sostiene Grace.

EBR Systems no ha informado sobre cuántos pacientes han recibido el implante hasta la flecha o cuándo se aprobará su uso clínico. “Nuestras primeras pruebas clínicas están teniendo lugar en Holanda, Alemania y Suiza. Hemos tratado con éxito a pacientes con insuficiencia cardiaca que no tenían demasiadas opciones”, sostiene Skjefte.

Biotecnología

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    SARAH ROGERS/MITTR | GETTY