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Tecnología y Sociedad

Business Impact: Más cerca de la red eléctrica inteligente

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Las redes eléctricas de todo el mundo tienen que volverse todavía mucho más inteligentes para reducir las emisiones de carbono de los combustibles fósiles y poder satisfacer la demanda.

  • por Mike Orcutt | traducido por Lía Moya (Opinno)
  • 23 Abril, 2012

La red eléctrica inteligente es una red que se comunica. La idea es que Internet y las tecnologías de la comunicación puedan hacer que nuestro sistema eléctrico sea más resistente a problemas como los apagones, acomode mejor las fuentes de energía no convencionales y regule mejor la demanda al proporcionar información instantánea sobre los precios a los consumidores.

La inversión pública en infraestructuras de red inteligente ha crecido espectacularmente a lo largo de los últimos años. Por ahora China y Estados Unidos han estado a la cabeza de esas inversiones. En 2009 el Gobierno de Estados Unidos asignó 4.500 millones de dólares (unos 2.600 millones de euros), dentro de un paquete de estímulo de la economía creado para financiar proyectos diseñados para modernizar la red y poner en marcha tecnologías inteligentes. China también ha invertido miles de millones de dólares.

Las energías renovables son una pieza clave a la hora de impulsar la creación de una red inteligente. A pesar de que los molinos de viento y los paneles solares solo producen una parte diminuta de la producción eléctrica mundial, la capacidad instalada –es decir, la electricidad potencial que se puede generar- de estas dos fuentes está creciendo rápidamente. Una red que dependiera de grandes cantidades de energía solar y eólica debería ser capaz de adaptarse a cambios repentinos en el suministro, como por ejemplo cuando el viento deja de soplar en una instalación eólica. Eso creará una nueva demanda para hacer un seguimiento y control digital más preciso de los sistemas eléctricos.

Una red más inteligente usaría una serie de aparatos que hacen un seguimiento de las condiciones a tiempo real; eso ayudaría a integrar las nuevas fuentes de energía y también a evitar apagones, que pueden producir miles de millones de dólares en daños económicos. Uno de estos aparatos se denomina equipo de medida de fasor (PMU, por sus siglas en inglés). Para 2011 unos 150 aparatos de este tipo estaban instalados en puntos estratégicos de la red norteamericana tomando medidas precisas de las ondas eléctricas a un ritmo de 30 veces por segundo, una frecuencia mucho mayor que la de los equipos convencionales. Esos datos se pueden marcar con información geográfica y temporal usando tecnología GPS, permitiendo que la información de distintas compañías se combine y sincronice para crear una imagen de alta resolución del estado de la red.

Jeff Dagle, ingeniero eléctrico en el Laboratorio Nacional Pacific Northwest (EE.UU.) equipara el cambio a cuando en medicina se pasó de las radiografías a las imágenes por resonancia magnética. El Instituto de Investigación de la Energía Eléctrica espera que, a lo largo de los próximos veinte años, las compañías eléctricas instalen unos 1.250 PMU más por todo Estados Unidos y Canadá.

Fuente: EPRI

Una red más inteligente también serviría para incluir a los consumidores en la gestión de la demanda eléctrica. Hay estudios que demuestran que cuando los consumidores son conscientes del coste real de la electricidad, que puede fluctuar mucho a lo largo del día, reducen su consumo durante las horas pico, aliviando la presión impuesta sobre la red. En el futuro los consumidores domésticos podrán programar termostatos inteligentes, electrodomésticos y cargadores de vehículos eléctricos para que se adapten automáticamente a la fluctuación de los precios de la electricidad, de manera que mantengan la factura eléctrica por debajo de un presupuesto preestablecido. Por ahora estamos en la primera fase: animadas por las subvenciones gubernamentales, las compañías eléctricas están equipando millones de hogares con contadores eléctricos inteligentes que permiten una comunicación inalámbrica de doble sentido.

Por ahora las eléctricas los instalan porque resulta más barato leer los contadores (y facturar a los clientes) automáticamente que enviar a operarios a leer contadores casa por casa. Sin embargo, con el tiempo, cada vez más compañías eléctricas ofrecerán planes de tarifas basadas en el momento del día en que se usa la electricidad.

Los consumidores tendrán acceso a la información sobre los precios en tiempo real porque podrán contactar a través de la Web con sus contadores, y habrá electrodomésticos inteligentes, como por ejemplo, neveras capaces de conectarse solo cuando la electricidad es barata. Los analistas predicen que el mercado de los electrodomésticos inteligentes crecerá sustancialmente a lo largo de los próximos años. 

Seguimos estando muy lejos de tener una red inteligente o de saber siquiera cuánto costará. En 2011, por ejemplo, el Instituto de Investigación de la Energía Eléctrica calculó que poner en marcha una red inteligente completa en Estados Unidos -incluyendo las mejoras en infraestructura de transmisión y distribución de energía eléctrica así como las herramientas y aplicaciones necesarias para los consumidores- costará entre 338.000 y 476.000 millones de dólares (entre unos 255.000 y 360.000 millones de euros).

Y la transición hacia una red eléctrica inteligente se verá complicada por otros aspectos al margen de los tecnológicos. La red eléctrica de Estados Unidos, por ejemplo, está regulada por una amalgama de marcos legales diferentes y está gestionada por más de 3.000 compañías eléctricas, gobiernos locales y empresas distintas. Es más, los contadores inteligentes y la red inteligente siguen siendo conceptos desconocidos para muchos consumidores. En una encuesta elaborada por Pike Research a 1.050 personas en Estados Unidos, más de las mitad de los encuestados afirmaban no estar familiarizados con los contadores inteligentes. El estudio también descubrió que la principal preocupación de los encuestados que no veían con buenos ojos los contadores inteligentes era que los aparatos pudieran conducir a facturas de electricidad más abultadas.  

Tecnología y Sociedad

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