.

Otros

Conflicto interconectado

1

La red ha amplificado la valentía con la que Libia ha roto sus cadenas, pero no la ha originado.

  • por Moez Zeiton | traducido por Francisco Reyes (Opinno)
  • 26 Abril, 2012

En julio del año pasado viajé a las montañas Nafusa de Libia, a unos 150 kilómetros al suroeste de Trípoli, con un grupo de médicos expatriados del país. Estuvimos ayudando al personal médico local a establecer hospitales de campaña móviles siempre que se levantaba un frente armado, para proporcionar atención de urgencia, apoyo vital y primeros auxilios.

Los recursos  en las montañas eran limitados y los suministros solo estaban disponibles a través de la frontera Dheiba-Wazin cruzando a Túnez. Sin embargo, teníamos otra línea de suministro menos tangible. Los jóvenes locales establecieron centros mediáticos conectados a Internet en casi todas las ciudades para documentar y catalogar fotografías y vídeos, con los que hacían un seguimiento de los sucesos de su región. Estos centros también servían como bases de proxy para periodistas y corresponsales internacionales en la zona, y les ayudaron a difundir nuestra historia alrededor del mundo.

Los centros mediáticos tenían equipos básicos: ordenadores simples y cámaras digitales. Sin embargo, los jóvenes libios pusieron su creatividad en marcha, editando las imágenes del conflicto en montajes y cargándolas en canales populares de YouTube y Facebook.

A medida que los libios veíamos cómo las protestas se extendían por Túnez y Egipto, sabíamos que nuestra propia revolución estaría menos conectada. La prensa libre no existía en Libia, la penetración de Internet era muy baja y los pocos medios de comunicación que existían estaban plagados de censura. El régimen de Gadafi mantenía esa situación mediante la imposición de un bloqueo total a Internet.

Pero este bloqueo no logró detener a los centros mediáticos. Se utilizó equipamiento de satélite para cargar imágenes y mantener al día a los periodistas sobre la situación en otras zonas del país. También permitió a los libios a comunicar a los expatriados cuáles eran sus principales necesidades.

Incluso bajo estas difíciles circunstancias, todas las ciudades de tamaño medio en las montañas de Nafusa tenían un centro mediático de algún tipo. El más grande estaba en Zintan, donde todos los corresponsales extranjeros pasaban parte del tiempo y recibían comida gratis y acceso (lentísimo) a Internet. Una ciudad, Nalut, incluso tenía una estación de radio después de hacerse con el control de un edificio utilizado por Saif Gadafi, el hijo de Muammar, que disponía de estudios de radio de última tecnología.

El término 'revolución de Facebook' se ha vuelto común a medida que la comunidad internacional intenta convertir la actividad en Libia y en otros lugares en un evento histórico comprensible. Internet no hizo que los libios arriesgaran sus vidas por la libertad de expresión y la dignidad, ni tampoco lo hizo Facebook o Twitter, pero estas tecnologías proporcionaron un canal vital a través del cual pudo existir la comunicación dentro y fuera del campo de batalla. Eso hizo que estas revoluciones fueran distintas de cualquiera de las anteriores, incluso en Libia, un país muy retrasado tecnológicamente en comparación con otras naciones de la región. Para la comunidad internacional, el flujo efímero y en tiempo real activado por la tecnología se convirtió en la historia más atractiva que contar. Tal vez no sea preciso que los libios etiqueten su levantamiento como la 'revolución de Facebook', pero el término puede ser apropiado para los espectadores occidentales.

Moez Zeiton es médico y un miembro fundador del Instituto Sadeq, un nuevo 'think tank' en Trípoli.

Otros

  1. De la llegada a la Luna al desarrollo de la IA: el papel de las universidades en la innovación

    Capacitar a las universidades para que se mantengan a la vanguardia de la investigación en IA será clave para hacer realidad el potencial de este campo a largo plazo.

    Cuatro columnas y un frontón griego sobre torres de servidores mientras un investigador mira un portátil en un carro de servidores.
  2. Es hora de jubilar el término "usuario"

    La proliferación de la IA significa que necesitamos una nueva palabra.

    Chica con un móvil en la mano vista a través de un cristal roto
  3. Elevar tu casa o abandonarla: el dilema del cambio climático en Luisiana

    La costa suroeste de Luisiana se enfrenta a algunas de las predicciones climáticas más severas de Estados Unidos. ¿Puede un proyecto gubernamental levantar la zona y sacarla de la crisis?

    Una casa de estilo A-frame en Luisiana, elevada sobre pilares de cemento, preparada para inundaciones. Con dos pisos, su fachada roja contrasta con el cielo parcialmente nublado. Al fondo, se ve el bayou.