1. Eres famoso por haber propuesto que los humanos tienen la capacidad cognitiva para mantener alrededor de 150 relaciones sociales estables. ¿Cómo han cambiado nuestra capacidad para manejar las conexiones sociales herramientas como Facebook?

Al parecer, no la han cambiado nada. Es importante recordar que la cifra de 150 es solo una capa dentro de una serie de capas de conocimiento de personas. Más allá de 150 existen por lo menos dos capas adicionales (una a 500 y otra a 1.500), que corresponden a los conocidos (personas que conocemos de vista) y a las caras que podemos reconocer.

Lo que parece suceder cuando la gente agrega más de 150 amigos en Facebook es que, simplemente, utilizan estas capas superiores. Es decir, Facebook pone a todo el mundo el título de amigo, pero en realidad no lo son.

Esto no quiere decir que los servicios de redes sociales no cumplan una función útil para facilitar la interacción con nuestros 'amigos', pero lo que no parecen hacer es permitirnos aumentar el número de amigos verdaderos.

2. ¿Este 'número de Dunbar' limita lo que Facebook puede crecer y lo que es capaz de hacer?

Creo que su único efecto práctico es a nivel de relaciones públicas: no puedes vender Facebook como una forma de ampliar tu círculo social. Esto no quiere decir que no pueda suceder, sino que solo ocurre en muy raras ocasiones, y es probable que todavía requiera que esas personas se reúnan físicamente para realmente crear y consolidar la relación. La funcionalidad de Facebook parece residir en su capacidad para permitirnos mantener amistades a través del tiempo y las largas distancias, que normalmente decaen rápidamente.

3. ¿Cómo moldean las herramientas de redes sociales el comportamiento social en línea? ¿Podría haber consecuencias negativas que no hemos anticipado?

Es difícil saberlo porque las redes sociales no han existido el tiempo suficiente. Pero existen dos posibilidades. Una de ellas es que el tiempo que pasamos en Facebook manteniendo viejas amistades no podemos emplearlo en la creación de otras nuevas. Puesto que los amigos son aquellas personas en cuyos hombros lloramos (¡metafóricamente hablando!) y los hombros que están físicamente lejos de nosotros no son muy útiles para dar apoyo emocional, podría no ser la situación más ideal. La otra es quizás más seria. Las habilidades que nos permiten gestionar nuestro complejo mundo social son en parte aprendidas a través de la experiencia. Si tu experiencia social se produce en gran parte en línea (como es cada vez más frecuente en el caso de los niños), puede que el aprendizaje de estas habilidades sociales no sea tan bueno como es necesario (en caso de que el aprendizaje real de cosas tales como las negociaciones se tenga que hacer cara a cara).