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Crítica: El Nexus Q de Google

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El aparato, que sirve para reproducir música y vídeo en línea, tiene un aspecto chulo y es fácil de usar, pero es demasiado caro.

  • por Rachel Metz | traducido por Lía Moya (Opinno)
  • 24 Julio, 2012

La pequeña esfera negra situada junto a mi televisión es el Nexus Q, un nuevo aparato para la reproducción de música y vídeo de Google. En él se combinan un estilo curioso, una funcionalidad extremadamente limitada y un precio de 299 dólares (unos 240 euros) que me tiene completamente perpleja.

El Nexus Q empezará a distribuirse este mes y sirve para reproducir música o vídeos que hayas adquirido en la tienda en línea de la empresa, Google Play, o que hayas subido a los servidores de Google, así como vídeos de YouTube. Solo se puede instalar y controlar de verdad usando determinados teléfonos inteligentes y tabletas con sistema Android.

¿Por qué vas a pagar 299 dólares por esto cuando existen aparatos más baratos y con mucha mejor capacidad de reproducción de distintos medios como Roku (de 50 a 100 dólares, unos 40 a 80 euros) y Apple TV (99 dólares, unos 80 euros)? La respuesta es sencilla: no los pagarás. Admito que el Nexus Q tiene un aspecto muy guay. Es una bola negra mate del tamaño aproximado de una pelota de balonmano que pesa casi un kilo. La divide una abertura acentuada por un aro de 32 LED que brillan y cambian de color al ritmo de la música. Si giras la parte superior de la bola controlas el volumen de lo que estés viendo o escuchando; si tocas un punto LED en el centro de la parte superior de la bola, se apaga el sonido. Sus numerosos puertos –audio óptico, Ethernet, micro HDMI y micro USB, conector banana para audio analógico- están alineados en orden en la parte de atrás, y tiene una base lisa que impide que el Nexus Q salga rodando.

El Nexus Q también puede presumir de un interior bastante impresionante, contiene por ejemplo un amplificador de 25 vatios, que es necesario si quieres enchufarlo directamente a unos altavoces. También tiene un procesador A9 de doble núcleo que funciona con la versión Ice Cream Sandwich del software Android de Google (la versión anterior a Jelly Bean, que se incluye en la también nueva tableta Nexus 7 y que llegará pronto al teléfono inteligente Galaxy Nexus). [Relacionado: Crítica: Tableta Nexus 7 de Google]

Y la esfera hace bastante bien lo que se supone que debe hacer. Fue fácil instalarla usando la aplicación Nexus Q Android desde una tableta Nexus 7 para poder reproducir música y vídeos en mi televisor de pantalla plana, que conecté con un cable HDMI que viene incluido. Para reproducir música o vídeo usando el Nexus Q, tocas un icono que aparece en la pantalla de tu aparato Android.

En las pruebas que hice, el contenido empezó a reproducirse rápidamente y funcionó prácticamente a la perfección. Tras reproducir unas cuantas canciones y vídeos, la tableta pareció empezar a reproducir las cosas por defecto a través del Nexus Q, lo que resulta bastante práctico. Fue mucho mejor ver a un borracho darle la serenata a su gato cantando “Kiss from a Rose” de Seal en mi televisión que en la pantalla de siete pulgadas de la tableta. Una de las características más prometedoras del Nexus Q es la posibilidad de usarlo como aparato social: los amigos que tengan un teléfono inteligente con Android o una tableta con el software Gingerbread de Android o versiones posteriores pueden, en teoría, descargarse la aplicación del Nexus Q y escoger sus propias canciones para añadir a la lista o escoger un vídeo para que lo reproduzca el Nexus Q. Pero esto tuve que probarlo conmigo misma, porque cuando probé el software aún no era compatible con ninguna versión de Android inferior a Jelly Bean.

No tuve ningún problema para controlar el aparato usando un teléfono Galaxy Nexus con el software Jelly Bean: añadir canciones a la lista, saltar canciones, reproducir vídeos de YouTube. Pero más allá de poder elaborar una lista de reproducción conjunta, no estoy convencida de que sirva para mejorar las reuniones sociales, a menos que hayas organizado una fiesta exclusivamente para propietarios de teléfonos inteligentes Android.

A pesar de su facilidad de uso y de algunas características interesantes, el Nexus Q fue una decepción. Existe todo un mundo de contenido más allá de las capacidades reproductoras del aparato y deberías poder disponer de él si vas a pagar 299 dólares por un aparato reproductor. Sentí una punzada de tristeza al abrir las aplicaciones de Pandora y Netflix y darme cuenta de que no se pueden reproducir a través del Nexus Q. Intenté reproducir una canción que había descargado que no había comprado en Google Play y el Nexus 7 me ordenó que primero la subiera a mi discoteca de Google Play. Lo miré con condescendencia y acabé apagándolo.

Y resulta que ni siquiera el Nexus Q está convencido de que su compra compensará a los usuarios. Lo sé porque se lo pregunté. Una característica oculta del Q hace que funcione como una bola de cristal. Si tocas repetidamente en el icono del Nexus Q para elegir los ajustes de tu Nexus Q en la aplicación que lo acompaña (en vez de en los ajustes de la propia aplicación) aparece una página que dice: “¿Tienes una duda? Pregúntale al Q”.

“¿Crees sinceramente que vales 299 dólares?”, le pregunté.

“Ahora misma no estoy segura”, fue su respuesta robótica.

Espero que Google tenga más planes para el Nexus Q, como por ejemplo añadir más opciones de reproducción, con lo que quizá mereciera la pena. El propio aparato también lo espera. Cuando le pregunté a mi portavoz esférico extraoficial si Google tiene grandes ambiciones para ella, dijo que sí.

“¿Estás segura?”, insistí.

“No me cabe ninguna duda”, replicó.

Ya veremos. Por ahora, sin embargo, es demasiado limitado para lo que cuesta.

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