Microbios intestinales de ratones macho han logrado cambiar las hormonas y las tasas de enfermedad de ratones hembra.
Mediante la exposición de ratones hembra a las bacterias intestinales de un macho adulto sano, un grupo de investigadores ha sido capaz de prevenir que las hembras desarrollen diabetes tipo 1, una enfermedad autoinmune. El estudio, publicado en Science el jueves de la semana pasada, también muestra que el tratamiento logró cambiar los niveles de testosterona en ratones hembra, que suelen desarrollar diabetes tipo 1 a una velocidad mayor que sus homólogos masculinos.
Las hembras de la cepa de ratones utilizados en el estudio tienen una probabilidad del 90 por ciento de desarrollar diabetes, señala la autora principal, Jayne Danska, inmunóloga y genetista del Hospital for Sick Children y la Universidad de Toronto (Canadá). Sin embargo, mediante la transferencia de bacterias normales de los intestinos de ratones macho adultos jóvenes a ratones hembra, los investigadores fueron capaces de reducir la tasa de enfermedad a un 25 por ciento. Los cambios en los niveles de testosterona en los ratones hembra no alcanzaron los niveles típicos de los machos, pero los autores muestran que los ratones hembra ganaron protección contra la diabetes únicamente mediante la señalización de testosterona activa, lo que demuestra que el aumento en la testosterona inducido por microbios resultó de importancia crítica para el cambio de la tasa de enfermedad.
Los investigadores están logrando catalogar cada vez más microbios dentro de nuestro cuerpo (ver "Los investigadores catalogan tu zoo microbiano"), y están consiguiendo averiguar cómo surgen las enfermedades cuando estas comunidades se ven afectadas. Varios grupos han sugerido que existe una conexión microbiana con las enfermedades del corazón, la obesidad y otras afecciones, y algunos médicos han comenzado a tratar a pacientes con transferencias de bacterias intestinales (ver "Trasplante de microbios del intestino para tratar enfermedades"). El reciente estudio sugiere que los cambios en la comunidad microbiana intestinal también tienen el potencial de poder tratar enfermedades autoinmunes.
El estudio de Danska y sus colegas sugiere un "bucle de retroalimentación simbiótica" en el que el sexo del animal afecta a la comunidad bacteriana intestinal y la comunidad refuerza los niveles de hormonas sexuales. "Muy a menudo, las bacterias son vistas como el enemigo", señala Danska. "Pero en algunos casos, los microbios nos ayudan a protegernos frente a agentes patógenos y a desarrollar buenos sistemas [hormonales] y metabolismos sanos".
Los ratones machos con los mismos antecedentes genéticos tienen una probabilidad del 40 por ciento de desarrollar diabetes. En los humanos, la diabetes tipo 1 no está tan diferenciada entre los sexos, pero sí ocurre con muchas otras enfermedades autoinmunes. Por ejemplo, las mujeres son mucho más propensas a desarrollar esclerosis múltiple, artritis reumatoide y autoinmunidad contra el tiroides, asegura Danska.