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Biotecnología

Vigilar el corazón a distancia

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Un tipo de tecnología inalámbrica y que se puede llevar puesta ayuda a detectar los primeros signos de insuficiencia cardiaca.

  • por David Talbot | traducido por Francisco Reyes (Opinno)
  • 21 Abril, 2009

Un sensor inalámbrico de 15 centímetros, y que fue recientemente aprobado por la FDA, promete reducir el número hospitalizaciones, puesto que permite la detección anticipada de fallos cardiacos. Este dispositivo no invasivo, que cuesta varios cientos de dólares y se adhiere al pecho del paciente, supervisa aquellos indicadores que definen la salud del corazón—incluyendo el número de latidos y respiraciones, los niveles de actividad del paciente, e incluso la acumulación de fluidos corporales—al tiempo que los pacientes desarrollan sus vidas diarias normalmente.

Este sensor resistente al agua, que forma parte de una plataforma tecnológica que está siendo introducida en el mercado por Corventis, una startup en San José, California, envía los datos a un dispositivo parecido a un teléfono móvil que el paciente lleva consigo en el bolsillo o en casa. Desde allí, los datos se envían de forma inalámbrica a los servidores de la compañía. Unos algoritmos detectan cualquier tipo de anomalía y transmiten los datos a los médicos a través de internet o de un dispositivo móvil, llamando la atención sobre aquellos pacientes que necesitan ser tratados de inmediato.

“Podemos transmitir los datos del paciente a unos servidores que procesan esos datos—todo esto sin que el paciente se dé cuenta—24 horas al día, 7 días a la semana,” señala Ed Manicka, presidente de la compañía. “El paciente puede estar en Singapur, en Bruselas, o puede estar enfrente de ti en la misma habitación. Y los datos se pueden ver a través de internet, o de un iPhone. Nuestro sistema permite que los ordenadores vigilen al paciente constantemente, sin que los médicos tengan que estar supervisando los datos de forma continuada y tomar decisiones al respecto.”

Aunque en la actualidad exiten tecnología similares, son de gran tamaño o poco prácticas, y se deben implantar mediante cirugía. “Este sistema no supone una intrusión tan grande en la vida diaria de los usuarios,” afirma Eric Topol, cardiólogo y director del Instituto de Ciencia Translacional Scripps, un centro de investigación médica en La Jolla, California.

En aquellos pacientes con enfermedades del corazón, la acumulación de fluidos en los pulmones suele provocar dificultades respiratorias, hace que aumente la presión en las arterias pulmonares, y supone una amenaza de insuficiencia cardiaca, requiriendo que el paciente tenga que ser hospitalizado para extraer dicho fluido. Sin embargo, si esta enfermedad es detectada a tiempo, antes de que el paciente note los síntomas, la hospitalización puede evitarse si al paciente se le recetan unos diuréticos. Topol señala que el dispositivo de Corventis es único puesto que incluye un detector de impedancia que registra la acumulación de fluido corporal gracias a unas mediciones a partir de señales eléctricas indirectas. La acumulación de fluido corporal sirve como referencia de la acumulación de fluido corporal en los pulmones.

 “Nunca hemos tenido a nuestra disposición este tipo de vigilancia remota,” comenta Topol. Además de avisarnos sobre posibles fallos cardiacos mediante la detección de fluidos, el dispositivo incluye un acelerómetro capaz de avisarnos si la persona en general es menos activa—un signo de que está sufriendo un problema—o si no está tumbada por la noche, lo que es otro tipo de señal de acumulación de fluidos en los pulmones. (Dormir tumbados a menudo empeora los problemas respiratorios, y aquellos que los sufren a normalmente duermen apoyándose sobre almohadas.)

Según Corventis, en la actualidad están a punto de finalizarse unas pruebas clínicas para evaluar si el aparato es capaz de detectar insuficiencias cardíacas—el término técnico es “fallo cardiaco descompensado”. Dicha descompensación de fallo cardiaco es la principal causa de hospitalización de los pacientes de Medicare (un tipo de seguro médico para personas de 65 años en adelante), con más de un millón de hospitalizaciones en los EE.UU. cada año y un coste de decenas de miles de millones de dólares. “Las proyecciones nos dicen que si fueramos capaces de detectar los fallos cardiacos de forma remota, podríamos ahorrar 20 mil millones de dólares cada año,” afirma Topol.

Aunque los científicos saben que este aparato es capaz de medir los fluidos con precisión, aún no está claro si el poder acceder a este tipo de información reduciría finalmente el número de hospitalizaciones. Este tipo de problema se ha dado en otros dispositivos de seguimiento cardiaco, que eran capaces de detectar las anormalidades pero finalmente no supusieron una mejora en los resultados médicos. “A modo intuitivo, debo decir que es muy emocionante, pero aún tenemos que ponerlo a prueba,” señala Topol. “Pero al menos ahora contamos con una tecnología que nos permite ver que las posibilidades están ahí y están creciendo.”

La compañía también está llevando a cabo pruebas clínicas para comprobar si el sensor puede diagnosticar la apnea del sueño a través de los cambios en la respiración y los niveles de oxígeno de la sangre. (Convertis tiene pensado incluir un sensor de oxígeno en la sangre en una próxima versión del aparato.) Más adelante este año comenzará un tercer tipo de prueba, esta vez para determinar si el aparato es capaz de predecir ataques al corazón inminentes mediante la detección de cambios sutiles en las pulsaciones y el ritmo del corazón.

Convertis tienen un segundo tipo de sensor que actualmente está siendo revisado por la FDA, y que podrá llevar a cabo una medición más afinada de las alteraciones en el ritmo cardiaco. Este aparato podría detectar cambios sutiles en los patrones cardiacos que sugiriesen tipos de arritmias como la fibrilación atrial, que se asocia con un nivel elevado de apoplejía y que afecta a 835.000 americanos cada año.

Con el surgimiento de este tipo de sensores de salud inalámbricos, de pequeño tamaño y no invasivos, así como de las tecnologías analíticas, “nunca antes hemos experimentado una innovación con tanto atractivo dentro de la medicina inalámbrica. Es extraordinario,” afirmó Topol en una reciente conferencia. Durante una entrevista posterior, añadió que el uso de sensores inalámbricos podría transfomar la forma en que muchas enfermedades son tratadas. “Algún día, todo esto nos permitirá transformar nuestros hogares en unidades de cuidados intensivos, con mediciones constantes de nuestros signos vitales. Hay muchas posibilidades, y tiene el potencial de transformar el futuro de los cuidados médicos.”

Biotecnología

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