Atrás quedaron los días en que viajar era una utopía costosa, que requería de una extensa planificación anticipada e incluso la ayuda de agencias de viajes, para llegar a un destino del cuál poco se sabía (a menos que tuvieras tiempo de leerte la guía de Lonely Planet). Hoy, viajar es más que un verbo: es un estilo de vida. Nuestras aventuras viajeras son cada vez más económicas, más fáciles de planificar y más personales gracias a Internet y a su gran comunidad de viajeros empedernidos.

Moveinblue

Ahora casi nadie viaja sin usar Internet en alguna–si no en todas- las etapas de planificación de su ruta, tanto para buscar cuál será nuestro próximo destino soñado como para reservar vuelos, hoteles, tours y espectáculos. Incluso, para conocer un poco más sobre su cultura y costumbres, ir preparando el tour gastronómico, y crear un itinerario  -con mapa y todo- que incluya los puntos turísticos que no podemos dejar de visitar.

A través de Internet todo es más fácil. En los últimos años, se han creado miles de páginas y aplicaciones para smartphones que sirven de guía a la hora de planificar un viaje. Los siempre consultados TripAdvisor y LonelyPlanet  fueron los pioneros, pero han nacido nuevas start-ups como Gogobot, MiNube, Trippy, Utrip, Wanderfly, MoveinBlue, Iwannagothere, y Labtrip, entre muchas otras más, que brindan al viajero todo tipo de información acerca de actividades en destino y le ayudan a preparar la mejor experiencia de viaje. Después de todo, de eso se trata.

Otro fenómeno que ha revolucionado la forma en que viajamos -y el dinero que gastamos en ello- son las comunidades online para viajeros que ofrecen estancias que enriquecen la experiencia de viaje, haciéndola mucho más íntima y local. Para los backpackers (‘mochileros’ de bajo o nulo presupuesto) existe el popular Couchsurfing.org, una página donde se ofrecen y solicitan sofás para pernoctar a coste cero, simplemente por buena voluntad y ganas de conocer gente nueva.

A pesar de un sistema de ratings y recomendaciones que validan la buena fe de los anfitriones y los huéspedes, esta opción puede parecer arriesgada para los más desconfiados. Ellos probablemente prefieran páginas como Wimdu donde pueden conseguir alojamientos a precios más económicos que un hotel, desde alquilar un cuarto en el centro histórico de Madrid por una noche, hasta una hermosa villa en la toscana durante un mes, un apartamento entero en Manhattan por una semana, un castillo irlandés para pasar la primavera o un yate en pleno mar mediterráneo durante el verano. Lo mejor de todo, es que el viajero tiene la sensación de vivir la experiencia local, en un espacio real, y aconsejado por su anfitrión; lo que le permite experimentar cada ciudad de una forma más auténtica.

Wimdu

Otra página a consultar es AirBnB, que lleva este concepto más allá, permitiendo a los viajeros escoger su alojamiento según el barrio (en inglés neighborhood) que mejor vaya con su estilo. Así busques ir de compras, el lado más artístico de la ciudad, la colmena de la vida nocturna, o si prefieres un poco de paz y silencio, encontrarás un barrio para cada gusto. AirBnB también cuenta con una aplicación móvil que permite hacer reservas desde un smartphone o tableta, sin importar dónde estés, siempre que tengas acceso a Internet.

Una app que puede ser muy útil para los más ‘mochileros’ es Wehostels, donde pueden consultar y reservar hostales y hoteles económicos en sus dispositivos móviles, lo que viene muy bien si buscas una reserva de última hora.

También existen comunidades ’temáticas‘ como StartupStay que es similar a Couchsurfing.org, pero dirigida específicamente a emprendedores que viajan a otras ciudades y buscan dónde hospedarse sin coste alguno. La idea es que emprendedores locales sirvan de anfitriones a emprendedores viajeros, creando un intercambio de generosidad, conocimientos de negocios, y compartiendo habilidades, consejos, experiencias e incluso ampliando su red de contactos, lo que puede llevar a encontrar potenciales colegas o socios.

En fin, el mundo ha cambiado mucho. La forma en que viajamos hoy es muy diferente a cómo viajábamos hace unos años. El internet nos ha abierto un mundo de posibilidades y herramientas indispensables para planificar nuestras próximas aventuras. Nos pone en contacto con el resto del mundo y nos brinda tanta información que incluso podemos llegar a sentir que ya hemos estado en alguno de esos lugares remotos.. Hay de todo para todos los gustos y presupuestos. Sólo hay que buscar. Todo está ahí, a un clic de distancia, esperándote en el inefable mundo de Internet.