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Poniendo a prueba al Droid

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En nuevo smartphone de Motorola, basado en Android, es una alternativa viable al iPhone.

  • por Erika Jonietz | traducido por Francisco Reyes (Opinno)
  • 04 Noviembre, 2009

La mayoría de fanáticos de la tecnología tienen curiosidad por saber cómo es el Droid de Motorola, el primer teléfono con la versión más reciente del sistema operativo de Google, y el primer teléfono Android de Verizon Wireles, la red de telefonía móvil más grande de los Estados Unidos. Decidí poner al Droid a prueba, que sale a la venta el viernes, y evalué el teléfono mientras conducía una mañana de domingo por Austin, Texas.

En vez de las suaves curvas y bordes redondeados que puso de moda el iPhone, el Droid tiene un aspecto y un tacto parecido al de un ladrillo. Es angular y sólido, con un LED verde en la parte frontal que se enciende para notificarte que tienes correos electrónicos, mensajes de texto o de voz. El teclado QWERTY deslizante se abre de forma suave y elegante, y se cierra fácilmente. Aunque el Droid se parece mucho al iPhone en cuanto a tamaño, el teclado deslizante hace que el teléfono sea ligeramente más grueso. El volumen del Droid (169 gramos frente a los 135 del iPhone 3GS) hizo que, mientras que apenas noto el iPhone cuando lo llevo en la chaqueta o en el bolsillo del pantalón, el peso del Droid fuese más apreciable, tirando de la parte izquierda de mi chaqueta hacia abajo a la altura del cuello.

La resolución de la pantalla del Droid, con 9,3 centímetros de diagonal y 480 x 854 píxeles, es increíblemente clara y brillante, superando al iPhone (que tiene una pantalla diagonal de 8,9 centímetros y una resolución de 480 x 320 píxeles).

La configuración del Droid fue extremadamente simple. Para usar Gmail, Google Calendar y Google Talk sólo tuve que introducir mi nombre de cuenta y palabra clave de Google una vez. El teléfono puede soportar varias cuentas de Google, y Android 2.0 añade soporte para el servidor de correos Exchange de Microsoft, utilizado por muchas compañías, lo que permite sincronizar correos electrónicos, contactos y citas desde una cuenta de Outlook de empresa. Tuve problemas a la hora de ver algunos correos de Outlook que se mostraban perfectamente en mi iPhone, aunque esto me ocurrió con menos de un mensaje entre 50, o algo así—lo que hace que sea un inconveniente menor.

Utilizar dispositivos Bluetooth también fue muy sencillo; pude empezar a utilizar mis auriculares Plantronics en menos de cinco minutos. Una característica que no logré hacer funcionar, no obstante, fue la conexión Wi-Fi. Intenté acceder a cuatro redes Wi-Fi distintas en tres localizaciones diferentes y nunca logré que el Droid se conectadse. Mi ordenador portátil y mi iPhone se conectaron a estas redes sin problemas.

Aprender a navegar la pantalla táctil del Droid es un proceso bastante intuitivo. El teléfono tiene tres “pantallas de inicio” configurables, sobre las que se pueden añadir accesos directos a aplicaciones y carpetas de archivos, así como widgets activos. Los widgets disponibles incluyen un administrador de energía que permite desactivar y activar con sólo un toque características que demanden un gran uso de batería, como por ejemplo el GPS, Bluetooh y la sincronización de correos electrónicos; una caja de búsqueda de Google; o actualizaciones en directo desde varios servicios de noticias, deportes o el tiempo.

La pantalla táctil responde igual de bien que la del iPhone, y las cuatro teclas del Droid—atrás, menú, inicio y búsqueda—hacen que sea un poco más fácil cambiar entre aplicaciones y tareas si se compara con la única tecla de inicio del iPhone. Aunque los movimientos específicos en pantalla son distintos, los usuarios de la mayoría de teléfono con pantallas táctiles, incluyendo al iPhone, se sentirán rápida y fácilmente familiarizados. Cada vez que se pulsa una de las cuatro teclas del teléfono se produce una pequeña vibración, lo cual es una característica añadida muy buena.

Sin embargo, para mi la característica de navegación más útil del Droid es su barra de estado. Siempre visible en la parte superior de la pantalla (excepto cuando se reproducen videos o la cámara está activa), la barra de estado muestra distintos iconos para notificarte de correos entrantes, llamadas perdidas, buzones de voz o mensajes de texto y multimedia. Al contrario que las notificaciones del iPhone, que aparecen en mitad de la pantalla interrumpiendo lo que sea que estés haciendo, las notificaciones de Droid son discretas y aún así resultan útiles. Al tocar la barra y arrastrarla hacia abajo se muestran los detalles de cada notificación—por ejemplo, qué llamadas has perdido, qué cuentas tienen correos pendientes, o qué widgets han recibido nueva información.

Esta facilidad de navegación es esencial en el Droid, puesto que es posible ejecutar múltiples aplicaciones al mismo tiempo con el sistema operativo Android de Google. Me he llegado a acostumbrar a ejecutar sólo una aplicación a la vez en el iPhone. La potencia de Android se hace evidente, por ejemplo, cuando decides buscar algo en la web en mitad del proceso de búsqueda de un contacto o mientras utilizas direcciones de conducción con Google Maps. Con sólo tocar la tecla de retroceso o tocar el icono de la aplicación se vuelve a donde estábamos, en vez de tener que detenernos y reiniciar la aplicación, como ocurre en el iPhone. Parece algo insignificante, pero a lo largo del día puede hacer que ahorremos bastante tiempo y frustraciones.

El Droid soporta un gran número de formatos de archivo (MP3, el AAC de Apple, MPEG-4, WAV y WMA, por nombrar algunos). También tiene incluida una aplicación de YouTube, como en el iPhone, pero esa es la única forma de acceder a videos “en el aire” con este teléfono. El Droid puede acceder a la tienda de MP3s de Amazon, y Verizon afirma que sus servicios de música y video V Cast estarán disponibles en el Droid, aunque por el momento es mucho más fácil obtener música y otros contenidos mediáticos en el iPhone. No es terriblemente difícil subir archivos desde un ordenador al Droid utilizando el cable USB provisto, aunque es un proceso estrictamente manual. Cada vez que se quiere añadir un nuevo video o canción al teléfono, hay que enchufarlo, localizar el video en el ordenador, arrastrarlo y soltarlo. De forma alternativa, se pueden subir contenidos mediáticos utilizando la ranura para tarjetas miniSD.

Escuché una gran variedad de estilos de música, desde rap a pop, en el altavoz del iPhone, y después en el del Droid. La calidad de sonido del Droid fue al menos equivalente, o ligeramente mejor, a la del iPhone—no obstante, ¿quién escucha música de esta forma? No puedo decir lo mismo de la calidad de sonido del teléfono mismamente. Hay algo en el modo en que el Droid procesa las voces que les añade un tono metálico. Esto ocurrió tanto cuando utilicé el teléfono, el altavoz o los auriculares Bluetooth. Y las personas que llamaron me mencionaron que mi voz sonaba “metálica,” sin importar el modo de entrada de voz que estaba utilizando. Puede que esto sea algo sin importancia, pero incluso si lo que menos acabo haciendo con el teléfono son llamadas, quiero que al hacerlas el teléfono funcione bien.

La vida de la batería es un factor de gran importancia para muchos usuarios de telefonía móvil. En este sentido, el Droid es comparable al iPhone—ni mejor, ni peor. En dos pruebas por separado, ambos teléfonos se apagaron después de aproximadamente 6 horas de uso. El Droid, con su batería reemplazable, ofrece la opción de llevar contigo una batería extra para poder usarla cuando sea necesario. Sin embargo, con el número de dispositivos disponibles para recargar la batería del iPhone, creo que esto no es uno de los mayores puntos de venta a favor del Droid. Y afrontémoslo, para cuando la batería tenga que ser reemplazada definitivamente, habrá un modelo de teléfono más brillante, más bonito y mejor que la mayoría de los amantes de la tecnología querrán tener entre sus manos.

Se ha comentado largo y tendido el hecho de que la App Store de Apple tiene unas 100.000 aplicaciones disponibles para ser descargadas, mientras que el Marketplace de Android “sólo” tiene unas 10.000. Hablemos claro: una gran cantidad de esas aplicaciones hacen cosas muy similares. ¿Cuántos buscadores de restaurantes, “niveles” digitales y calculadoras de propinas necesitamos? Confieso que no soy el mayor usuario de la App Store, pero para todas las cosas que necesito o quiero que haga mi iPhone, pude encontrar una versión para el Android bastante útil—y en la mayoría de los casos, gratis.

Sí, me encontré con más fallos en aplicaciones y errores de depuración generales en las aplicaciones y widgets del Android que en las aplicaciones del iPhone. Sin embargo ninguno de estos fallos fue lo suficientemente severo como para desestabilizar el teléfono. El sistema de clasificación del Marketplace de Android no es tan robusto como el de la App Store de Apple. No obstante, y a medida que el número de usuarios de Android se incrementa, también se incrementará el número de desarrolladores y aplicaciones, particularmente puesto que el Marketplace de Android está completamente abierto, al contrario que la App Store del iPhone, puesto que Apple tiene que pre-aprobar las aplicaciones antes de que estén disponibles para su descarga.

El área en la que el Droid vence al iPhone sin lugar a dudas es en la cobertura. Durante uno de los viajes, conduje unos 30 minutos al sur de Austin, Texas, para visitar a la familia, y el Droid jamás perdió la cobertura 3G de la red de Verizon Gíreles. Mientras tanto, mi iPhone (AT&T Gíreles) perdió una simple llamada de voz durante un tramo de la carretera. El Google Navigation Beta incluido en el Droid también funcionó sin problemas, guiándome puerta a puerta entre dos de las comunidades de Austin más nuevas (que no siempre se muestran de forma precisa incluso en los mapas actuales o en los dispositivos de GPS). Y gracias a su total integración con Google Maps, el Droid (y esto es algo que me dio cierto miedo) me mostró una imagen de la calle donde está la casa de mi tío, para asegurarse de que estaba en la calle correcta.

A la mañana siguiente salí de Austin con un amigo para poner a la red realmente a prueba. Condujimos dos horas al norte de la US-183, pasando Lampasas, una pequeña ciudad en mitad de granjas y ranchos. A los 30 minutos de salir de Austin (en Leander, para ser precisos), mi iPhone 3G y el 3GS de mi acompañante perdieron la señal 3G y siguieron con la red EDGE de AT&T, mucho más lenta, y permanecieron ahí durante el resto del viaje. El Droid, mientras tanto, siguió bajando correos, videos de YouTube y páginas web de la red 3G de Verizon hasta que estuvimos a 15 minutos al norte de Lampasas—que podría ser la definición de ‘estar en mitad de la nada’. Ahora me creo firmemente las afirmaciones de Verizon acerca de su cobertura, y creo que su red le dará al Droid—y de paso al sistema operativo Android—un gran empuje.

Al final, no obstante, el apetito por los gadgets, la plataforma de desarrollo abierta e incluso la red de cobertura superior no lograron convertir a mi acompañante—ni a mí. El iPhone es demasiado fácil de usar y de integrar en la vida diaria. En palabras de mi amigo, “Incluso con todo lo que odio a AT&T y el ecosistema cerrado de Apple, el Droid no es suficiente como para hacerme cambiar. Pero si fuera cliente de Verizon creo que decididamente haría que me lo pensase dos veces antes de cambiarme al iPhone.”

De aquí a un año, cuando mi contrato con AT&T termine, definitivamente le echaré un buen vistazo a Android antes de volver a comprometerme con el iPhone.

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