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Innovadores menores de 35

Emprendedores

Sus innovaciones están dando lugar a nuevos negocios y transformando las viejas formas de hacer las cosas

Erik Gatenholm (Suecia), 30

Cellink

Sus productos podrían impulsar la impresión 3D de órganos y tejidos humanos para trasplantes e investigación

La impresión 3D no solo sirve para fabricar objetos de plástico personalizados. La tecnología también se ha puesto al servicio de la salud para crear órganos y tejidos artificiales para trasplantes. Así lo demuestra este hardware que imprime capas de la piel humana creado por investigadores de la Universidad Carlos III de Madrid (España) y el tejido con vasos sanguíneos impreso en 3D por un equipo de la Universidad de Harvard (EE. UU.).

Para que este prometedor campo siga avanzando, Erik Gatenholm cofundó Cellink, una empresa que comercializa una biotinta creada por su padre y más apta para imprimir tejidos humanos y órganos. Gracias a este emprendimiento, el joven se ha convertido en uno de los Innovadores menores de 35 Europa 2019 de MIT Technology Review en español. No es la primera vez que Gatenholm hijo crea una empresa biomédica: con 18 años lanzó una que fabricaba implantes de celulosa para cartílagos.

El joven recuerda: "Vi una oportunidad para usar ese material. Él [su padre] dijo que estaba encantado, pero que no tenía ningún interés en llevar ese material al mercado". Esta biotinta es compatible con cualquier célula en cualquier bioimpresora 3D. Investigadores de todo el mundo ya la han usado para imprimir tejidos, cartílagos e incluso hígados, así como unos parches que ayudan a que el tejido cardiaco se recupere después de un infarto.

Pero el ingenio de Gatenholm no acaba aquí: también ha diseñado y distribuye Inkredible, unas bioimpresoras que fabrican los tejidos y órganos con su biotinta. La idea surgió en 2016, cuando "muchas compañías se dedicaban a fabricar bioimpresoras 3D muy muy caras". En lugar de eso, el joven apostó por crear cuatro modelos con precios variados que van desde los cerca de 5.000 euros hasta casi el millón. Gracias a su diversificada oferta, más laboratorios se pueden permitir la tecnología y probar tratamientos médicos y farmacéuticos sobre órganos y tejidos. Científicos británicos ya han utilizado una de sus impresoras para crear las primeras córneas humanas en 3D: crearon una estructura de círculos que tomó la forma de la membrana en menos de diez minutos.

Los productos de Cellink ya están presentes en más de 700 laboratorios de todo el mundo, según cálculos de la empresa. Gatenholm resalta: "Estamos intentando minimizar o limitar el uso de animales en investigación", así como reducir los tiempos para tener nuevos medicamentos.

En el futuro, quiere seguir desarrollando tecnologías y herramientas que impulsen la investigación en tejidos, después de su gran crecimiento en estos tres años. "La compañía ha sido capaz de crecer de solo dos personas en 2016 a casi 200, con oficinas en cuatro países y productos en más de 50", señala.

El profesor de la Universidad de Córdoba (España) Rafael Luque, miembro del jurado de Innovadores menores de 35 Europa 2019, destaca de este empresario su "alma emprendedora combinada con un movimiento muy inteligente en uno de los temas más prometedores del futuro (bioimpresión 3D para transplantes)".

- Por José Manuel Blanco