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Tony Luong

Ética

Epstein, el MIT y el duro debate sobre las donaciones con dinero sucio

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El escándalo de financiación del magnate al MIT Media Lab es un recordatorio de que no hay pautas claras ni transparencia a la hora de decidir qué fondos son aceptables y cuáles no. Universidades y ONG llevan décadas aceptando dinero que se ganó causando daños a la sociedad

  • por Angela Chen | traducido por Ana Milutinovic
  • 30 Septiembre, 2019

Cuando se trata de dinero, ¿cuál es el límite para considerarlo dinero sucio? Después de las críticas al MIT Media Lab (EE. UU.) por aceptar fondos del supuesto traficante sexual Jeffrey Epstein, el cofundador del centro, Nicholas Negroponte, generó mucha indignación al lanzar la pregunta incómoda que tal vez haya pasado por la mente de muchos: ¿por qué el dinero de Epstein resulta inaceptable? "Epstein es un caso extremo. Pero entonces, ¿deberíamos aceptar el dinero de Koch? ¿O el de Huawei? ¿Y así sucesivamente?", afirmó al Boston Globe.

Negroponte tenía razón. A la vuelta de la esquina del Media Lab hay un instituto de investigación oncológica financiado por David Koch, quien junto con su hermano Charles, invirtió mucho dinero en grupos de presión negacionistas del cambio climático. En febrero, el MIT se negó a cortar sus lazos de financiación con Arabia Saudita después de que los líderes del país supuestamente ordenaran el asesinato del periodista Jamal Khashoggi. En 2016, cuatro meses de protestas estudiantiles no lograron convencer al centro de que se desprendiera del dinero recibido de compañías de combustibles fósiles.

A falta de pautas claras, el principal criterio ético de los recaudadores de fondos parece limitarse a evitar escándalos. Así que cabría preguntarse, como hizo Negroponte, por qué los fondos para investigación deben estar supeditados a un posible escándalo.

Pero el hecho de que hasta ahora no haya habido pautas éticas claras no significa que no deba haberlas. La financiación está sujeta a cada vez más control. Incluso los museos más conocidos del mundo, como el Guggenheim de Bilbao (España) y el Louvre de París (Francia) han empezado a rechazar el dinero de la familia Sackler, cuya compañía fabricó OxyContin, el analgésico acusado de empeorar la crisis de opioides en Estados Unidos.

Entonces, si una universidad como el MIT o cualquiera de las numerosas instituciones y científicos a quienes Epstein apoyó, quiere crear una política ética clara sobre qué tipo de dinero resulta aceptable, ¿cómo serían esas reglas?

Determinarlas no sería tarea fácil. Y no solo porque la gente debatiría continuamente sobre quién es peor, ¿Jeffrey Epstein o la familia real saudí?, sino porque plantea espinosas cuestiones sobre qué significa la moralidad cuando se trata del dinero.

Transparencia

No es que no haya ninguna regla, afirma el teórico político de la Universidad de Stanford (EE. UU.) y autor de Just Giving: Why Philanthropy Is Failing Democracy and How It Can Do Better, Rob Reich. El experto detalla: "Todas las organizaciones sin ánimo de lucro toman decisiones [sobre la ética de la financiación] en un segundo plano".

Pero estas decisiones, a las que Reich llama "controles intestinales", no suelen ser sistemáticas ni transparentes. The Boston Globe preguntó a las 20 mejores escuelas y universidades de EE. UU. cómo analizaban a sus donantes, y solo una respondió. Le preguntamos al MIT sobre su lista de donantes "descalificados" y no obtuvimos respuesta. (Luego la denunciante del Media Lab  Signe Swenson nos explicó que la mayoría de las personas de dicha lista solo habían sido "descalificadas" porque se entendía que nunca llegarían a donar).

Así que, el primer paso consiste en tener un sistema transparente. El investigador asociado en el Centro de Organizaciones sin Ánimo de Lucro y Filantrópicas del Instituto Urbano  Benjamin Soskis opina que otro paso importante sería atraer a nuevos donantes para proponer nuevas pautas.

Algunas preguntas importantes

Estos son algunos de los dilemas con los que esas personas tendrán que lidiar.

¿Hay alguna diferencia entre dinero sucio y dinero procedente de malas personas?

En defensa del exdirector del Media Lab Joi Ito, que acabó renunciando a su cargo por el escándalo de Epstein, el profesor de derecho de la Universidad de Harvard (EE. UU.)  Lawrence Lessig considera que el dinero obtenido por dañar a las personas, como la fortuna de la familia Sackler, no es igual que el dinero obtenido legítimamente por alguien que cometió otros delitos, como, supuestamente, Epstein.

Hay distintas opiniones sobre esta distinción. Aunque Reich considera que es algo que sí tiene importancia, la bioética de la Universidad Dalhousie (Canadá.) Sharon Batt considera que ese punto de vista es demasiado unidimensional. En su opinión, la moralidad del dinero no solo tiene que ver con cómo se gana sino también con cómo se gasta. "Independientemente de si el dinero de Epstein proviniera de una actividad criminal o no, su riqueza fue fundamental para causar daños a esas mujeres jóvenes", señala.

¿Cómo se debería medir el daño?

El supuesto tráfico sexual de Epstein sería algo atroz que habría destruido la vida de sus víctimas. Pero los efectos secundarios serían mucho más amplios. Su posición como mecenas del circuito intelectual tecnológico (organizó conferencias y asistió a cenas científicas) también contribuyó a la exclusión de las mujeres en el sector STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas por sus siglas en inglés). "Si las mujeres no son invitadas a estas cenas, pierden oportunidades profesionales. Y cuando se organiza un evento en una playa privada propiedad de un traficante sexual, las mujeres no son invitadas", destacó la colaboradora externa del Media Lab Sarah Szalavitz a The New York Times.

Los daños de las familias Sackler y Koch fueron de otro tipo. Desde 1999, más de 200.000 personas murieron por sobredosis de medicamentos recetados, en parte por culpa de la familia Sackler. La negación del cambio climático financiada por la familia Koch ha sido un obstáculo para tomar medidas contra el calentamiento global, que ya ha diezmado la biodiversidad y para 2030 podría generar 250.000 muertes adicionales al año. Los filósofos llevan mucho tiempo debatiendo la mejor forma de medir los daños. Las instituciones deberán hacer lo mismo.

¿Qué tipo de delito genera dinero sucio?

El abuso sexual recibe mucha atención, pero los delitos de guante blanco como el lavado de dinero y el fraude son mucho más comunes. "Prácticamente todas [las compañías farmacéuticas] han sido condenadas y sus casos resueltos fuera de los tribunales por falsificar datos o establecer precios en contra de la ley antimonopolio, con unas multas pagadas de miles de millones de euros", asegura el profesor de derecho en la Universidad de Suffolk Marc Rodwin, especializado en corrupción institucional. Prácticamente todas estas empresas siguen financiando la investigación.

¿El dinero sucio podría limpiarse si se usa para buenos propósitos?

Reich cree que las organizaciones sin ánimo de lucro no deberían beneficiarse del dinero sucio a menos que "se destine a causas que reparen los daños creados en primer lugar". Así que él tomaría el dinero de la familia Sackler para combatir la adicción a los opioides, por ejemplo, pero no para un museo de arte.

En cuanto el dinero de los donantes "malos" que lo ganaron legítimamente, Reich opina que debería ser la organización sin ánimo de lucro a la que se ofrece ese dinero la que decida sobre el bien que podría hacer frente el daño de limpiar la reputación del donante. Epstein podría suponer un claro no, según él, pero en muchos casos "habrá un desacuerdo razonable". La justificación debe ser transparente y el donante no puede mantenerse en el anonimato.

¿Cuándo es aceptable una donación anónima?

En una carta pública, el presidente del MIT, Rafael Reif, escribió que su personal pidió a Ito que mantuviera en secreto las donaciones de Epstein porque "creían que era importante que Epstein no usara las donaciones al MIT para darse publicidad o mejorar su propia reputación". De igual modo, Lessig argumenta que, si el dinero sucio se acepta, siempre debe ser anónimo.

Pero eso crea otros problemas. Mantener una donación en secreto significa que cualquier otro beneficio que el donante pueda obtener también se mantendrá en secreto. El nombre de Epstein puede no haber figurado en sus donaciones, pero le permitieron permanecer en la órbita del Media Lab, influir sobre su director, recorrer el centro acompañado de mujeres jóvenes y opinar sobre cómo se iba a gastar parte de ese dinero.

Los miembros del personal como Swenson, la que filtró la información, se sintieron afectados porque se les pedía que ocultaran su participación. Un estudiante que tenía instrucciones de crear y enviar muestras de agradecimiento a Epstein, se sintió cómplice de sus crímenes y se disculpó por no haberse negado.

¿Si los donantes han sido condenados y castigados, su dinero sucio se vuelve limpio?

Las segundas oportunidades suelen tener buenas intenciones, y puede resultar tentador decidir que una condena es suficiente castigo. Pero tanto para las personas ricas como para las empresas con enormes arcas, la condena y las multas no suelen ser un freno. No resulta fácil valorar si la redención es genuina.

Ito insistió (y Lessig lo respalda) en que realmente creía que Epstein había dejado de abusar de mujeres después de su condena. Sin embargo, Epstein había sido categorizado como delincuente sexual de nivel 3, que significa que se consideraba probable que reincidiera, y el noviembre pasado fue visto saliendo de su avión privado con chicas menores de edad.

¿Cuánto atrás hay que mirar para analizar si un dinero es limpio o sucio?

La Universidad de Harvard aceptó más de ocho millones de euros de Epstein antes de su condena de 2008. La universidad llevaba mucho tiempo sosteniendo que no devolvería ese dinero porque, a diferencia del caso del MIT, los crímenes de Epstein aún no eran públicos cuando lo donó. Harvard donará los 170.000 euros que aún no se han gastado para ayudar a víctimas de agresión sexual.

Pero algunas universidades hacen incluso intentan redimir su relación con una injusticia mucho más antigua: la esclavitud. Los estudiantes dela Universidad de Georgetown (EE. UU.) votaron para crear un fondo de estudios para los descendientes de esclavos vendidos. (Los fideicomisarios aún no han aprobado el plan). El Seminario Teológico de Virginia (EE .UU.), que fue construido en parte gracias al trabajo de los esclavos, también planea pagar indemnizaciones.

Próximos pasos

El debate sobre la ética de la filantropía no es nuevo. Como Reich destaca en Just Giving, John Rockefeller fue criticado por tratar de blanquear los males que había hecho al crear la Fundación Rockefeller. Un siglo después, muchos de esos males, como las prácticas comerciales de monopolio y antisindicales, han sido olvidados. El museo Guggenheim, que ahora rechaza el dinero de la familia Sackler, fue construido con una fortuna hecha de plomo tóxico y minería de cobre, señala el periodista Adam Rogers de Wired.

Entonces, ¿por qué las cosas deberían cambiar ahora? Si solo un puñado de instituciones revisa sus pautas de financiación, es poco probable que tenga mucho impacto, según Batt. Ella menciona el ejemplo de la empresa farmacéutica GlaxoSmithKline, que en 2013 se convirtió en la primera compañía en dejar de pagar a los médicos para promocionar sus medicamentos. Pero como las compañías rivales no hicieron lo mismo, GSK volvió a empezar a pagar a los médicos cinco años después.

Pero, esta vez, la transformación cultural podría ser lo suficientemente grande como para forzar un cambio generalizado de comportamiento. Soskis concluye: "El verdadero problema es que Epstein sigue los pasos de Sackler, que sigue los pasos de otro montón de problemas que conectan la filantropía con cuestiones de patriarcado, de igualdad, con temas reales de poder. Lo que podía haber sido una cuestión institucional complicada y delimitada ahora es un tema con el que creo que la sociedad está luchando de verdad... Durante mucho tiempo estas instituciones estuvieron en un espacio seguro en el que la financiación no se analizaba demasiado. Pero ceo que esa situación ya ha cambiado".

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