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Biotecnología

Las vacunas sin aguja contra el Covid están (aún) en desarrollo

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Las vacunas administradas por vía nasal u oral ayudarían a detener la infección allí donde comienza. Pero los investigadores siguen trabajando para recopilar los datos que necesitan para demostrarlo.

  • por Cassandra Willyard | traducido por
  • 08 Enero, 2024

Las vacunas contra la gripe hacen un trabajo admirable al reforzar lo suficiente la respuesta inmunitaria como para protegernos de enfermedades graves, pero no refuerzan la inmunidad allí donde podrían hacerlo: las vías respiratorias. Por eso, los investigadores han trabajado en vacunas que se pulverizan en la nariz o llegan a los pulmones. La idea es que estas vacunas provoquen una respuesta inmunitaria en las membranas mucosas de las vías respiratorias que ayude a evitar la infección o, en caso de infección, reduzca la probabilidad de transmitir el virus.

Estas vacunas "mucosas" contra el Covid no están disponibles en EE UU ni en Europa, pero sí en otras partes del mundo. La última vez que informamos sobre los esfuerzos para desarrollar una vacuna mucosa en 2022, se aprobaron dos de ellas en China e India. Ahora, ya se utilizan cinco en China, India, Irán, Indonesia, Marruecos y Rusia. Además, un par de docenas más se encuentran en ensayos clínicos, y aún más están en desarrollo.

A principios de diciembre, leí un artículo de un equipo chino que está desarrollando otra vacuna inhalable. Esta difiere de las demás, al menos en un aspecto notable: se encuentra en polvo, es decir, puede almacenarse y no necesita refrigeración. Esto facilitaría su transporte y distribución, en especial, en lugares donde la refrigeración es difícil.

Esta candidata no estará disponible pronto, pues todavía está en fase de desarrollo preclínico, junto con más de cien vacunas similares. Ahora que han pasado casi cuatro años desde el inicio de la pandemia, parece un buen momento para hacer un balance. ¿Cuándo tendrá EE UU su primera vacuna mucosa contra el Covid? ¿Qué aspecto tendrá? ¿Y funcionará según lo previsto?

¿Cuál es el calendario?

En EE UU solo se ha aprobado FluMist, una vacuna contra las mucosas, y eso ocurrió hace dos décadas. Pero los esfuerzos por desarrollar una contra el Covid avanzan con rapidez. ¿Cuándo verá EE UU su primera vacuna mucosa contra el Covid? "Quizá nunca, pero creo que cada vez hay más probabilidades de que ocurra antes de finales de 2024", especuló Eric Topol, cardiólogo que sigue la investigación sobre Covid desde 2020, en un boletín reciente.

El gobierno de EE UU trabaja para acelerar los procesos con una inyección de dinero a través del Proyecto NextGen, un esfuerzo de 5.000 millones de dólares (4.600 millones de euros) para introducir en el mercado nuevas y mejoradas vacunas contra el Covid. En octubre, el Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE UU anunció que se entregarían casi 20 millones de dólares (18 millones de euros) a Codagenix y CastleVax, dos compañías que desarrollan vacunas mucosas. Esta cantidad ayudará a las empresas a prepararse para realizar estudios que prueben la eficacia de sus vacunas en la prevención de infecciones sintomáticas.

CoviLiv, la vacuna nasal de Codagenix, ya forma parte de un ensayo de eficacia de fase 3 coordinado por la Organización Mundial de la Salud. En octubre, la empresa comunicó los resultados de un estudio de seguridad en adultos del Reino Unido que nunca se habían vacunado contra el Covid. Se concluyó que el pulverizador nasal provocó una inmunidad robusta, según los marcadores en la sangre, pero la evidencia de una respuesta inmunitaria en la sangre no indica necesariamente una respuesta inmunitaria en la mucosa de las vías respiratorias. O, como aseguró un médico, "al igual que el «lado oculto de la Luna», que no es visible desde la Tierra, la respuesta de las mucosas a los patógenos se encuentran en un lado oculto de la inmunidad, que es poco o nada visible desde la sangre periférica, y más complicado de sondear que la inmunidad sistémica".

¿Cuál es la mejor manera de provocar la inmunidad de las mucosas?

Eso está por determinar, diferentes grupos ya están probando diversas estrategias. El objetivo es inducir una inmunidad robusta, amplia y duradera en las vías respiratorias. Pero, por el momento, se desconoce qué estrategia tendrá éxito. Las vacunas contra las mucosas se dividen en varias categorías según cómo se administren y la plataforma que utilicen. Algunas son aerosoles que se aplican en la nariz, CovLiv, por ejemplo; mientras otras se inhalan en los pulmones, como la desarrollada por CanSinBIO en China.

A veces, estas dos vías de administración se meten en el mismo saco, pero son muy diferentes, afirma Mangalakumari Jeyanathan, investigador de la Universidad McMaster (Canadá) y coautor de un editorial que acompaña al nuevo artículo sobre vacunas inhalables. Con una vacuna nasal, el contenido se introduce en la cavidad nasal. Pero Jeyanathan opina que las vacunas inhalables, que penetran con profundidad en los pulmones, puede que sean más efectivas. La investigación de su equipo sugiere que las vacunas nasales inducen respuestas inmunitarias solo en las vías respiratorias superiores, no en las inferiores. Es decir, si la vacuna no previene la infección, los pulmones siguen siendo vulnerables, y "necesitamos las respuestas inmunitarias para prevenir cualquier tipo de daño grave al pulmón".

La vacuna descrita en el reciente artículo de Nature fue ideada para ser inhalada. Es una vacuna de subunidades, es decir, contiene una parte del patógeno. En este caso, la subunidad es una parte de toxina del cólera que se ha diseñado para que muestre una parte del virus del SRAS-CoV-2. Estas proteínas se colocan en microcápsulas lo suficientemente pequeñas como para viajar hasta las profundidades de los pulmones.

Me he vacunado y tuve Covid. ¿Ya no tengo una buena inmunidad en las mucosas?

Tal vez. Los estudios demuestran que las personas infectadas y vacunadas tienen mejor inmunidad en las mucosas que quienes se vacunaron pero no se infectaron. Sin embargo, Jeyanathan asegura que su grupo también ha detectado que bastantes personas infectadas no tienen mucha inmunidad mucosa en los pulmones. Al lavar los pulmones con solución salina para recoger muestras del tracto respiratorio inferior, no encuentran respuestas detectables de células T. "Es muy extraño", afirmó.

Sin embargo, no se trata solo de tener inmunidad en las mucosas, también importa cuán amplia es esa inmunidad. Una de las temas más problemáticos del SARS-CoV-2 es que evoluciona de manera constante. Parece que cada mes surge una nueva variante. Los cambios afectan principalmente a la proteína spike, el objetivo de todas las vacunas actuales. Pero algunos grupos trabajan para hacer sus vacunas mucosas a prueba de variantes. El grupo de Jeyanathan introduce partes del interior del virus del Covid, que no suelen cambiar con tanta rapidez como la parte que se une a las células, "así no tenemos que perseguir las variantes".

¿Qué se necesita para demostrar que una vacuna mucosa funciona?

Los organismos reguladores todavía intentan averiguar cómo medir el éxito. En algunos casos, las empresas pueden demostrar la eficacia de la vacuna mediante marcadores sustitutivos, como los niveles de anticuerpos. Así es como se aprobaron las últimas vacunas de refuerzo. Pero en el caso de las vacunas contra las mucosas, no está claro qué marcador sustitutivo sería más útil: ¿los niveles de anticuerpos en la nariz o la boca? ¿O la abundancia de determinadas células inmunitarias?

En un editorial publicado en 2022, Peter Marks (Administración de Alimentación y Medicamentos de EE UU), y sus colegas argumentaron que las vacunas que difieren de manera sustancial de las ya aprobadas necesitarían ser probadas en grandes ensayos clínicos aleatorizados. Queremos ver que estas vacunas de nueva generación superan a las vacunas ya existentes y frenan la transmisión. Aún no disponemos de esos datos, y podrían pasar años antes de que sepamos si las vacunas mucosas consiguen lo que esperamos: impedir que el virus se propague.

Otra cuestión

Vertex, fabricante de la recién aprobada terapia CRISPR contra la anemia falciforme, acordó pagar decenas de millones de dólares para evitar cualquier demanda por infracción de patentes. Antonio Regalado contó la historia.

Más información del archivo de MIT Technology Review

Cuando se aprobaron las dos primeras vacunas contra las mucosas en 2022, publicamos un reportaje escrito por Jessica Hamelzou.

¿No sería maravilloso disponer de una vacuna que funcionara contra todas las versiones de Covid? La nanopartícula mosaico de este equipo puede ser la clave del éxito, según informó Adam Piore

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