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Computación

Crítica: El Galaxy Note

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El nuevo dispositivo de Samsung se posiciona, con torpeza, entre un teléfono inteligente y una tableta.

  • por Rachel Metz | traducido por Francisco Reyes (Opinno)
  • 28 Febrero, 2012

¿Qué es más grande que un teléfono inteligente pero más pequeño que un iPad? Si eres Samsung, la respuesta es el Galaxy Note, un intrigante dispositivo híbrido que es poco probable que quepa cómodamente en el bolsillo de muchas personas.

El Note (con un precio de 300 dólares, o 225 euros, al firmar un contrato de dos años con AT&T) ocupa un área gris entre un teléfono inteligente y una tableta. Como teléfono, su pantalla de 13,5 centímetros parece desconcertantemente grande, como tableta, su aspecto es bastante endeble.

Para aquellos cansados de llevar consigo un teléfono inteligente y una tableta, o para aquellos a quienes les preocupa hacerlo, la premisa dos en uno del Note suena como buena alternativa. Para el consumidor medio, sin embargo, su tamaño y capacidades a medio camino entre una cosa y otra, además de su elevado precio en comparación con teléfonos inteligentes similares, podría dificultar su éxito comercial.

Tenía curiosidad por el Note, ya que con anterioridad he visto fracasar a dispositivos híbridos como este (véase el Dell Streak, que salió en 2010 y fracasó al poco tiempo). Pero pensé que Samsung tenía mejores oportunidades de conseguirlo: sus teléfonos inteligentes, que ejecutan el software Android de Google, son siempre impresionantes, y sus tabletas son de las pocas que merece la pena considerar al margen de los iPads.

También me atrajo una característica que hoy día se ve poco por ahí: un lápiz óptico integrado. Conocido como el S Pen, te permite hacer cosas como garabatear notas a mano y escribir sobre documentos.

En general, el Note parece una versión ampliada de otros teléfonos inteligentes de Samsung: delgado y negro, con una pantalla táctil brillante dominando su superficie y una fila de cuatro botones virtuales justo debajo. Tiene una imponente altura de 14,7 centímetros y un ancho de 8,4, y pesa 185 gramos (el iPhone parece liliputiense en comparación, con 11,4 centímetros de alto, 5,8 de ancho y 140 gramos).

El software del Note claramente parece el de un 'teléfono inteligente', puesto que el dispositivo ejecuta Gingerbread, una versión reciente del sistema operativo Android que sigue siendo predominante en los nuevos teléfonos inteligentes, en vez de la versión Honeycomb, orientada a las tabletas.

Una vez que comencé a usarlo, la sensación era más parecida a usar una tableta. Su pantalla táctil ofrece mucho más espacio para jugar o navegar por la web que el teléfono inteligente promedio (la pantalla del iPhone, por ejemplo, es mucho más pequeña con 8,9 centímetros). Además la pantalla es excelente. Las fotos se ven con gran nitidez, y me lo pasé muy bien leyendo blogs y desplazándome a través de múltiples imágenes publicadas en el sitio social Pinterest (ver mi crítica de Pinterest aquí).

El Graduado en Netflix usando la veloz red 4G LTE de AT&T, y la película mantuvo su nitidez y brillo todo el tiempo. A pesar de que ver vídeos en el Note no es tan atractivo como verlos en un iPad, la experiencia es más envolvente que en un teléfono inteligente.

Sin embargo, el uso del lápiz no me impresionó tanto.

En primer lugar, lo bueno. El S Pen S tiene una gran precisión: cuando empecé a escribir o dibujar, la sensación era como si estuviera haciéndolo con un bolígrafo (a pesar de la sensación resbaladiza de su punta de plástico sobre la superficie de vidrio del Note). Si tuviera algo de talento como artista, puede que disfrutase jugando con las varias brochas y ajustes de color para mejorar mis garabatos.

El lápiz también funciona como alternativa al uso del dedo para navegar por el teléfono, aunque me pareció extraño no poder utilizarlo con los botones táctiles de menú, retroceso, inicio o búsqueda situados debajo de la pantalla. En su lugar, se puede mantener pulsado el pequeño botón del S Pen y pasarlo desde la parte inferior de la pantalla para activar las opciones de menú, o pasarlo hacia abajo para regresar a la pantalla de inicio. Al mantener pulsado el botón y deslizarlo a la izquierda también se consigue retroceder una página cuando se navega por la web.

No obstante, rápidamente me di cuenta de que el lápiz no era muy fácil de sujetar. Era demasiado delgado para agarrarlo con facilidad, y el botón lateral da la impresión de estar mal situado.

Además, fue casi imposible que el dispositivo tradujese mis garabatos en notas escritas. Intenté utilizar el lápiz como alternativa al teclado virtual para escribir un correo, pero el Note apenas logró identificar palabras completas correctamente. Escribir dos frases dejando que Note reconociera las palabras letra a letra (escribiendo una letra, haciendo una pausa para el reconocimiento, y escribiendo otra letra) tomó unos 15 minutos.

Aunque se puede, en teoría, garabatear notas y más tarde traducirlas a texto escrito utilizando el software de reconocimiento de escritura, tampoco logré hacerlo con éxito. Una lista de la compra acabó con un aspecto completamente ilegible, y una nota que esperaba convertir en un correo electrónico para un colega no salió mucho mejor parada.

Me dejó igualmente indiferente la cámara trasera de ocho megapíxeles (además, tiene una cámara de dos megapíxeles en la parte frontal). Tuve dificultades para conseguir que los ajustes reflejaran con precisión los colores en interiores, y las fotos que hice con luz solar tenían una calidad sobreexpuesta. También me hubiese gustado que hubiera un botón especial de cámara para que fuese más fácil tomar fotos con un dispositivo tan grande.

Una cosa que se le da bien al Note, aunque muchos usuarios no caigan en ello de forma inmediata, es hacer llamadas telefónicas. Al charlar con amigos y familiares, me pareció que la calidad del sonido era en general bastante buena.

Con su enorme y brillante pantalla, y su delgadez, me preocupaba que la batería del Note no fuera a durar demasiado. Hice todo lo posible por agotarla cuanto antes, haciendo cosas como ver películas y navegar por la web a través de la red LTE, y conseguí hacerlo durante cuatro horas. No está mal, teniendo en cuenta la rapidez con la que el LTE agota las baterías. Si se utiliza de forma más moderada y con redes 3G o wifi, creo que podría durar mucho más.

En general, no creo que el Note sobresalga como alternativa híbrida entre teléfono inteligente y tableta. Es un dispositivo rápido con una pantalla de primera categoría, pero su tamaño incómodo, su software de teléfono inteligente y las débiles características del lápiz hacen que no acabe de cuajar. Por ahora, seguiré llevando dos dispositivos.

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