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Tecnología y Sociedad

Por qué la NASA necesita un plan mejor

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Scott Pace afirma que la misión de Obama para la agencia es arriesgada y poco clara.

  • por Brittany Sauser | traducido por Francisco Reyes (Opinno)
  • 10 Febrero, 2010

La semana pasada la administración de Obama propuso un nuevo presupuesto para el programa espacial de los EE.UU. que cancelaría los intentos de la NASA por desarrollar una nueva tecnología de transporte y lanzamiento, y haría que los humanos regresasen a la luna en 2020. En vez de eso, el presupuesto se enfoca significativamente en el uso del sector comercial para el transporte de los astronautas dentro y fuera de la órbita.

El administrador de la NASA, Charles Bolden, afirmó durante una conferencia la semana pasada que él y varios dirigentes senior de la Casa Blanca pasarán los próximos meses diseñando unos nuevos objetivos para la NASA.

Sin embargo Scott Pace, director del Instituto de Política Espacial de la Universidad George Washington, en Washington, DC, argumenta que la dependencia de compañías comerciales es una maniobra de riesgo, y podría dejar a la NASA sin una dirección clara tanto a corto como a largo plazo.

Technology Review habló con Pace acerca del futuro de la agencia espacial de los EE.UU.

Technology Review: ¿Qué piensa acerca de el presupuesto propuesto por Obama para la NASA?

Scott Pace: Me decepciona el hecho de que no hayan elegido financiar el programa Constellation o que no hayan añadido los nuevos fondos que el comité Agustine afirmó que serían necesarios para lograr un programa de vuelo espacial humano robusto. Creo que el incremento del presupuesto de la NASA es bueno, y que hay buenos puntos en el programa relativos a gastos en ciencia y tecnología, pero realmente no restaura muchas de las reducciones que ya se habían realizado en el presupuesto del año fiscal 2010, y continúa un patrón de reducciones dentro de la exploración, incluso a pesar de que el valor de la NASA subió de algún modo.

TR: ¿Estas reducciones van a tener un efecto significativo en el programa espacial de los EE.UU.?

SP: El problema real es el futuro de los vuelos espaciales con humanos, y la cuestión tiene que ver con qué va a hacer la NASA después de la estación espacial. Eso es algo que por ahora no está muy claro. La administración se ha comprometido con la estación espacial hasta 2020, lo que realmente nos da la oportunidad de usarla como instalación para la investigación, pero no está claro qué vendrá después de la estación, si es que viene algo. Ahora mismo, con la cancelación del programa Constellation, no se han anunciado planes para viajar más allá de la órbita baja de la Tierra. La cuestión más profunda tiene que ver con qué hará la NASA. ¿Qué va a hacer cuando dependamos de cohetes comerciales, y cómo va a mantener su capacidad para ser un buen cliente y un buen supervisor?

El nuevo plan todavía no tiene una arquitectura general; puede que llegue a tenerla, pero ahora mismo se enfoca enormemente en el desarrollo tecnológico, y hay muchas tecnologías nuevas que podríamos explorar, pero sin tener una arquitectura me pregunto cómo de eficiente va a ser ese desarrollo tecnológico.

El énfasis comercial es también muy prominente, y el gobierno está llevando a cabo una fuerte apuesta por proporcionar acceso a la órbita baja de la Tierra. Por lo que en el nuevo programa no existe ningún tipo de esfuerzo de desarrollo gubernamental. Es como cambiar nuestra cartera de inversiones desde una muy conservadora con opciones potenciales a otra de mucho mayor riesgo y mayores posibles beneficios. La tecnología comercial en sí misma es genial, y no tengo nada en contra. Mi preocupación es que, al haber sacado al programa Constellation, hemos incrementado el riesgo para la agencia y para el país, puesto que si esa tecnología comercial no funciona, no tenemos una alternativa de bajo riesgo.

TR: ¿Cómo de capaz cree que es el sector comercial para desarrollar la tecnología necesaria para llevar humanos y carga hasta la órbita baja de la Tierra?

SP: No hay razón intrínseca por la que no pudieran hacerlo. La cuestión es, si vamos a tomar ese riesgo, ¿cuáles van a ser los estándares reguladores? ¿Cuáles van a ser los estándares de calificación? ¿Cómo van a trabajar con la NASA para asegurarse de que cumplen con los estándares de seguridad? Los miembros del sector comercial se quejan, y con razón, de que los estándares no están claros, así que la NASA tiene que aclararse sobre lo que va a necesitar. Tiene que darse mucho análisis y negociaciones, puesto que no se trata sólo de la fiabilidad del vehículo, sino también de la seguridad del vehículo. ¿Cuáles son los procedimientos de aborto? ¿Cómo se califica el vehículo? ¿Qué seguimiento se hace de la salud del vehículo?

Una vez más, creo que es posible hacerlo, pero hay que ser muy detallado, y debe darse un diálogo profundo entre el gobierno y la industria, y la cuestión es cuánto tiempo se tardará y cómo será de caro. No creo que haya razones técnicas por las que no pueda conseguirse, pero va a tardar más tiempo y va a ser más difícil de lo que la gente piensa.

TR: ¿Cómo afecta el plan propuesto por la Casa Blanca a los EE.UU. a escala internacional?

SP: Creo que los rusos deben estar muy contentos. Durante un tiempo han visto que dependíamos de ellos, y que pagamos 50 millones por cada asiento en el que colocamos a uno de los nuestros en la Soyuz. Durante tres años se ha desarrollado una estrategia de exploración global para hacer que las 14 principales agencias espaciales trabajen juntas en la robótica lunar y la exploración humana, así como en misiones a Marte. Esas fueron, de algún modo, las dos iniciativas dentro de la estrategia global de exploración. Lo europeos se han enfocado en Marte, los americanos en la exploración lunar, y muchos otros países en las misiones robóticas. No está clara cuál va a ser la estrategia internacional de los EE.UU., así que si la arquitectura tampoco está clara, lo que tampoco está claro es cómo vamos a cooperar con nuestros socios internacionales.

Existen todas estas afirmaciones que dicen que queremos cooperar más. Eso es genial, ¿pero qué podemos acabar aportando? Si no aportamos la cápsula Orion, por ejemplo, o un sistema de lanzamiento, o un módulo de aterrizaje lunar, ¿entonces qué vamos a hacer? Otros países tienen vehículos de lanzamiento y programas científicos perfectamente válidos, pero los vuelos espaciales con humanos son algo que era únicamente nuestro, y sólo lo compartíamos con los rusos, y recientemente con los chinos. Si vamos a convertirnos en los líderes de la exploración espacial humana, ¿cómo vamos a contribuir? Eso tampoco está claro, y hasta que no lo aclaremos, al menos a corto plazo, tendremos menos influencia en la comunidad internacional de actividades espaciales con humanos.

TR: ¿Cuánta resistencia habrá en el Congreso contra el presupuesto propuesto, y cree que se darán cambios significativos?

SP: Históricamente la NASA obtiene lo que el presidente pida dentro de un margen de unos cuantos cientos de millones. El Congreso normalmente no añade o sustrae miles de millones de dólares. La cuestión real es cómo será la composición. ¿ Sobrevivirá todo el dinero dedicado a la tecnología y el dedicado al sector comercial, o se dirigirán parte de esos fondos a otro sector dentro del gobierno? Tanto si es con el programa Constellation o sin él, no lo sé, el Congreso ha votado dos veces de modo bipartidista en ambas cámaras para apoyar la Visión sobre la Exploración Espacial y la arquitectura del programa Constellation. Puesto que han dado ese apoyo, si les pides que hagan algo distinto, van a acabar haciendo aquello de lo que estén convencidos.

La administración de Obama va a tener que probar la razón por la que cree que su enfoque es mejor, y realmente aún no tienen por qué hacerlo. Estoy seguro de que lo harán, pero por ahora no tienen que hacerlo.

TR: Un miembro del Congreso afirmó que su mayor miedo es que esto pudiese contribuir a una lenta muerte del programa nacional vuelos espaciales con humanos. ¿Tiene usted la misma preocupación?

SP: Realmente es una posibilidad—no es una garantía, pero ciertamente es un riesgo. Si los aspectos comerciales o técnicos no se dan a tiempo, si la falta de un plan definido hace que falta el apoyo político, si el programa de la estación espacial acaba y no hay nada más allá y no hay mercado para estas lanzaderas comerciales, los EE.UU. estarán fuera del espectro de los vuelos espaciales con humanos. También es posible que los vuelos espaciales comerciales tengan éxito y que se genere un mercado de turismo espacial viable y fuerte, independiente del gobierno, y que creo que algo así sería genial. Sin embargo ese tipo de muerte lenta es un riesgo al que ahora mismo nos estamos exponiendo.

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