Esta 'start-up' utiliza la materia vegetal y el bioaceite para secuestrar miles de toneladas de carbono. La duda es lo fiable, escalable y económico que resultará este método
Cuando las temperaturas superan los 43 °C, el calor puede volverse mortal, especialmente para los que no tienen aire acondicionado
Energy Dome ha puesto en marcha una instalación de prueba para almacenar energía en gas comprimido, pero los desafíos de ingeniería podrían ser más complicados de abordar
Para evitar que las temperaturas aumenten 2 ˚C probablemente sea necesario eliminar los gases de efecto invernadero del aire, junto con la reducción radical de las emisiones
La Cuenca Pérmica, en Nuevo México, emitió entre 2018 y 2020 el doble de metano de lo esperado, según un estudio sobre este gas de efecto invernadero
Las reglas aprobadas en la conferencia climática COP26 incluyen importantes lagunas. Sin unas normas consistentes, el sistema podría permitir la doble contabilidad y exagerar los avances reales de países y empresas en materia de reducción de emisiones, justo lo contrario de lo que necesitamos
A medida que la demanda de créditos de carbono se dispara, el mundo busca opciones capaces de compensar las emisiones. Una de ellas consiste en usar plantas marinas para atrapar CO2 y secuestrarlo en el fondo marino cuando mueren, pero no se sabe cuánto pueden absorber ni cuánto tiempo, ni si la biomasa podría tener usos más rentables que acabar sumergida en el océano
En una entrevista, la nueva jefa de gabinete de la Oficina de Energía Fósil de EE. UU., Shuchi Talati, explica por qué atrapar y almacenar dióxido de carbono "es la única opción" para diversos sectores de la economía difíciles de descarbonizar
El último informe del IPCC de la ONU deposita sus esperanzas en la eliminación de carbono atmosférico para evitar las peores consecuencias de la emergencia climática, pero los métodos naturales no son suficientes y los artificiales, como las máquinas de succión, están muy poco avanzados
La tecnología existente podría soportar cargas simultáneas de vehículos pesados para distancias cortas con actualizaciones mínimas de infraestructura. Aunque el gran desafío se centra en las rutas largas, responsables de la mayoría de emisiones, sería un buen primer paso para empezar a limpiar el transporte