Las enfermedades del corazón son la principal causa de muerte en todo el mundo y, por ejemplo en 2012, acabaron con la vida de 17,5 millones de personas, según datos de la Organización Mundial de la Salud. De todas ellas, aproximadamente la mitad murió a causa de un paro cardiaco, un problema médico cuya tasa de supervivencia sólo es de alrededor del 10%. El tratamiento actual consiste en realizar compresiones en el tórax del individuo y utilizar un desfibrilador para aplicar corriente eléctrica al corazón. Y estas soluciones sólo son efectivas en una minoría de los casos. Con el objetivo de reducir las muertes asociadas, el joven médico Habib Frost ha creado Neurescue, un dispositivo de acción rápida que redistribuye el flujo sanguíneo, y que ha convertido a Frost en uno de los ganadores de Innovadores menores de 35 de MIT Technology Review en español.

La motivación de Frost apareció cuando vivió el caso de una niña con un paro cardíaco a la que nadie pudo salvar. Ante esa situación, Frost decidió fundar una empresa para desarrollar Neurescue, un pequeño catéter con globo controlado por ordenador que se inserta en un vaso sanguíneo de la pierna, la arteria femoral, y ocluye la aorta para redistribuir el flujo sanguíneo generado por las compresiones torácicas al cerebro y al corazón.

El aumento en el suministro de sangre al corazón asegura que muchos corazones más pueden ser resucitados antes. El aumento de sangre al cerebro protege contra el daño cerebral, lo que concede más tiempo para tratar la causa subyacente de la parada cardíaca. Mediante el empleo de este pequeño dispositivo desechable, "se aumentarán en gran medida las posibilidades de reanimación inmediata antes de que ocurra una muerte irreversible o un daño cerebral grave", asegura su creador.

Neurescue podría ser el primer producto de oclusión aórtica que no requiera de fluoroscopia. El joven innovador resalta el compromiso del equipo por hacer de Neurescue un producto lo más seguro posible, especialmente en un procedimiento con tal potencial de salvar gran número de vidas.

Aunque el dispositivo no podría ser utilizado por cualquiera ya que requiere un acceso a las arterias, su uso no supondría un problema para el personal de hospital, donde se producen aproximadamente la mitad de los paros cardiacos. Fuera de ellos, Habib confía en la agilidad de los servicios de emergencia para acudir y realizar el procedimiento.

El joven médico cuenta: "Mis diferentes experiencias personales como estudiante de medicina de último año me permitieron observar más de cerca este complejo campo. He tenido la suerte de poder contar con una familia y unos mentores que me han enseñado a ser persistente en la búsqueda de nuevas soluciones a diferentes problemas".

La profesora asociada de Investigación del Centro de Sistemas Complejos y Ciencias del Cerebro de Universidad Atlántica de Florida (EEUU) y miembro del jurado de Innovadores menores de 35 Europa 2017, Emmanuelle Tognoli, considera que el invento de Habib "marcará la crucial diferencia entre la vida y la muerte de todos aquellos pacientes que sufren un paro cardíaco o una hemorragia".

- Por Cynthia Falcón