.

Cambio Climático

Cómo los nuevos planes de energía del Presidente podrían afectar a la economía

1

Las normas propuestas por Obama probablemente estimulen las inversiones en energía limpia, pero eso podría no aumentar el empleo a largo plazo.

  • por Kevin Bullis | traducido por Joan Minguet (Opinno)
  • 08 Febrero, 2011

La pieza central del plan energético del presidente Obama, anunciada en su discurso del Estado de la Unión, es un estándar de energía limpia que requeriría que en el año 2035 el 80 por ciento de la electricidad utilizada en los Estados Unidos provenga de fuentes limpias, frente al 40 por ciento actual. El plan también incluye incentivos para la eficiencia energética y apoyo a la investigación y el desarrollo.

Si el plan se convierte en ley, podría proporcionar algo que los líderes de negocios y las empresas de servicios públicos han estado pidiendo durante mucho tiempo: una política energética que ofrezca seguridad a largo plazo. Los subsidios e incentivos del gobierno para la energía limpia tienden a venir a trancas y barrancas—muchos tienen que ser renovados cada año, lo que hace difícil planificar el futuro para las empresas. William Booher, vicepresidente ejecutivo del grupo de la industria Consejo de Competitividad, afirma que la certeza de una nueva política es lo "mejor de entre todo" lo que podría ayudar a los ejecutivos a decidirse a invertir en este tipo de tecnologías. Un mandato para el uso de energía limpia para el año 2035 sería especialmente útil para las empresas de servicios públicos, que se enfrentan a la perspectiva de sustituir una generación de centrales eléctricas cada vez más viejas y necesitan saber con qué reemplazarlas.

Sin embargo, un impuesto al carbono o un máximo total de las emisiones sobre toda la economía sería más útil en términos generales, afirma Gilbert Metcalf, profesor de economía de la Universidad Tufts. Una política de este tipo se aplicaría no sólo a la generación de energía, sino también a la industria y el transporte.

El plan de Obama es una alternativa a la legislación conjunta sobre energía y clima que el año pasado no consiguió la aprobación del Senado. Sus estándares de energía limpia permitirían a las empresas de servicios públicos elegir entre varias fuentes de energía, como el gas natural, la energía nuclear, la energía eólica, y la energía solar, así como el carbón emparejado con la tecnología que captura y almacena las emisiones contaminantes. Es poco probable que el plan sobreviva intacto como ley de energía, pero servirá como punto de partida si este año se desarrolla la legislación sobre energía en el Congreso. El plan es similar a los ofrecidos por los republicanos en el pasado, y cuenta con el apoyo de muchos demócratas, pero cualquier proyecto de ley sobre la base de que podría ser difícil de pasar porque algunos republicanos clave han señalado que se muestran escépticos.

El presidente Obama ha destacado que su plan tiene como objetivo la creación de puestos de trabajo en la industria de la energía limpia, y probablemente lo hará. Sin embargo, es probable que no aumente el empleo en general, sobre todo a largo plazo. Cuando se crea empleo verde, se pierden "puestos de trabajo marrón", puesto que se pierden los de la industria del carbón, explica Severin Borenstein, profesor de Análisis Económico y Políticas de Grupo de la Universidad de California, Berkeley. La expansión de la energía limpia podría provocar un aumento neto de puestos de trabajo a corto plazo, puesto que las fuentes de energía limpia requieren más mano de obra que las tradicionales, especialmente al principio. (Borenstein destaca, sin embargo, que la evidencia de esto no es sólida.) No obstante, incluso en ése caso, los resultados de la economía no son todos positivos: el mandato también aumentará el precio de la electricidad, ya que la energía limpia es típicamente más cara que la convencional generada en plantas térmicas de carbón. "Una energía más cara siempre es malo para la economía", afirma él.

El aumento del precio de la electricidad dependerá de los detalles de la legislación en materia energética. Si las empresas de servicios públicos pueden utilizar el gas natural para cumplir el mandato, los precios no pueden cambiar mucho, indica Kevin Leahy, director general de política climática de Duke Energy, una gran empresa de servicios públicos. Eso es porque actualmente el gas natural ya se está convirtiendo en la opción más barata para las nuevas centrales eléctricas, ya que en este momento los precios de este recurso son bajos y los estrictos controles de contaminación están aumentando el coste de la energía del carbón (que emite el doble de contaminación que el gas natural). Incluso sin el requisito de la energía limpia, señala Leahy,"es probable que la industria seleccionara de forma predeterminada las plantas de gas natural. Probablemente hay una nueva ola muy grande de construcción de plantas gas por llegar gracias al mundo completamente nuevo en el que nos encontramos con las importantes reservas de gas natural en este país ".

Sin embargo, es probable que cualquier legislación sólo dé un crédito parcial al gas natural, que sigue siendo un importante contribuyente de gases de efecto invernadero a la atmósfera. Las cifras iniciales de la Casa Blanca implican que si toda la energía generada por una empresa de servicios públicos proviene del gas natural, ésta apenas conseguiría la mitad del crédito necesario para el cumplimiento del mandato de energía limpia. Para alcanzar la meta del 80 por ciento, las empresas de servicios públicos tendrán que recurrir a otras fuentes que incrementen más los costes de electricidad. En el escenario más caro, la legislación requeriría que éstas empiecen a generar una cierta cantidad de energía de cada fuente. Esto podría evitar que ellas mismas eligieran la opción menos costosa.

A largo plazo, no es probable que esta política reduzca el desempleo. La verdadera cuestión, señala Borensten, no es si la política se traducirá en más puestos de trabajo o menos, sino si creará puestos mejores. "Puede ser", comenta él. "Sin embargo, el hacer la energía más cara va a hacer más difícil la creación de otros buenos puestos de trabajo que dependen de la energía. Favorecer una buena política ambiental con el argumento de que se trata de una política de buenos puestos de trabajo es algo muy discutible. El mejor argumento para favorecer una buena política ambiental es el argumento del medio ambiente. "

Cambio Climático

  1. La paradoja de la reducción del dióxido de azufre sobre el cambio climático

    A medida que el aire se vuelve más limpio, el mundo también pierde un importante efecto refrigerante.

    Un gran carguero de contenedores surca el océano
  2. Prolongar la vida útil de los reactores nucleares para limpiar la red eléctrica

    Un parque nuclear envejecido aún puede contribuir a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero

    Un turbogenerador en el Centro Energético de Indian Point de 2021
  3. El incierto futuro de la geoingeniería solar tras el fracaso del experimento de Harvard

    Algunos observadores sostienen que el fin de SCoPEx debería marcar el final de tales propuestas. Otros afirman que cualquier experimento futuro debería desarrollarse de forma muy distinta

    Un diagrama del globo SCoPEx tachado con una "X" roja flota sobre un fondo azul con partículas negras