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Cambio Climático

¿Cuánto costará una Alemania sin energía nuclear?

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El plan de Merkel para el intercambio de reactores nucleares por parques eólicos marinos y una red más fuerte podría costar más de lo esperado.

  • por Peter Fairley | traducido por Francisco Reyes (Opinno)
  • 03 Junio, 2011

La canciller alemana, Angela Merkel, lanzó esta semana una detallada propuesta para cerrar todos los 17 reactores nucleares de Alemania en 2022. Merkel promete una transición ordenada para sustituir la energía nuclear, que representa casi una cuarta parte de la oferta del país, por la energía renovable. Sin embargo la oposición de los operadores de los reactores podría inflar el coste de esa transición.

La construcción de nuevos reactores en diversos países ha disminuido a raíz del accidente nuclear de Fukushima en Japón, aunque el plan de Merkel podría hacer de Alemania el primer país en desechar la energía nuclear por completo.

La propuesta podría tener un número de impactos en el suministro de energía de Alemania. El Ministro Federal de Economía Philipp Rösler ha estimado que el plan aumentaría los costes de energía para los consumidores alemanes en aproximadamente un centavo por kilovatio-hora, lo que se traduce en un incremento anual de aproximadamente 35 a 40 euros (de 50 a 57 dólares) por hogar. Sin embargo, la modesta cantidad anunciada por Rösler supone que el gobierno cubra los costes de la construcción de parques eólicos marinos—que en la actualidad suponen la fuente de energía más pequeña de Alemania—para proporcionar una quinta parte de la generación eléctrica en un plazo de dos décadas.

Los apagones son una preocupación a corto plazo, ya que, en virtud del plan de Merkel, ocho de los reactores más antiguos de Alemania—siete de los cuales se apagaron para realizar inspecciones de seguridad en marzo, y otro para realizar labores de mantenimiento—nunca serían puestos en marcha otra vez, y el aumento gradual de la oferta de otras fuentes podría resultar difícil. La Agencia Federal de Redes de Alemania ha determinado que el sur de Alemania, que puede llegar a perder cinco reactores con una producción de 5.200 megavatios, podría a corto plazo quedarse corto de energía este invierno. Durante las olas de frío, la demanda de energía alcanza su pico más alto, y los más de 17.000 megavatios de capacidad de energía solar de Alemania también se encuentran bajos mínimos. Las importaciones de electricidad también son más difíciles durante el invierno, ya que los países vecinos se enfrentan a sus propios picos de uso eléctrico.

El plan de Merkel busca contrarrestar la amenaza de apagones en los próximos dos años mediante el mantenimiento de algunos de los reactores cerrados en "reserva fría", listos para ser puestos en marcha en caso de necesidad. A más largo plazo, el plan propone duplicar la generación de energía renovable desde el 17 por ciento actual al 35 por ciento del suministro para el año 2020, y realizar ampliaciones de las redes eléctricas para compartir esa potencia en todo el país. "Necesitamos una arquitectura totalmente nueva para nuestro sistema energético", reconoció Merkel el lunes en un comunicado distribuido por las embajadas de Alemania.

Los trabajos para acelerar la expansión de la red comenzaron a principios de este año con una legislación que autoriza pruebas piloto con cables de alta tensión bajo tierra. El nuevo plan de Merkel, que espera que el parlamento apruebe este verano, simplifica el proceso de permisos para la transmisión y proporciona una compensación a las comunidades afectadas.

Sin embargo, la oposición de las empresas de energía nuclear de Alemania podría retrasar los planes del gobierno. Las empresas podrían solicitar a los tribunales bloquear el cobro de un nuevo impuesto al combustible nuclear que el gobierno espera aportaría 2,3 millones de euros al año para financiar los nuevos parques eólicos. Incluso si el impuesto sobrevive a los retos legales, los ocho reactores ya cerrados recortarán los ingresos en alrededor de mil millones de euros, según el Ministerio de Finanzas de Alemania. Los tribunales también podrían ordenar una indemnización a las empresas propietarias de los reactores silenciados, reduciendo aún más la libertad de acción del gobierno para apoyar a las energías renovables.

E.ON AG, la generadora eléctrica más importante de Europa y operadora de seis reactores alemanes, señaló en un comunicado el martes que considera "ilegal" el impuesto sobre el combustible nuclear y que buscaría una compensación por las inversiones varadas en sus reactores: "E.ON acepta la voluntad de la mayoría política para asegurar una eliminación temprana de la energía nuclear. Al mismo tiempo, la compañía espera recibir una indemnización por los daños financieros relacionados con estas decisiones, que se espera asciendan a miles de millones de euros".

Andreas Kraemer, director del Ecologic Institute, con sede en Berlín y Washington, tiene la esperanza de que Alemania aproveche mejor las opciones de conservación de la energía y dependa de formas más distribuidas de generación de energía renovable que consuman residuos y biomasa. Sin embargo, Alemania también podría terminar confiando más en la energía procedente del carbón, que proporcionó el 43 por ciento de la generación eléctrica en 2010.

Alemania también podría importar más energía de Francia, siempre y cuando la opinión pública en ese país permita a los reactores nucleares poder continuar produciendo excedentes.

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