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Cambio Climático

¿Cumplirá EE.UU. sus directrices sobre biocombustibles?

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La industria del etanol de maíz está en auge pero la producción de biocombustible celulósico sufre un gran retraso.

  • por Mike Orcutt | traducido por Francisco Reyes (Opinno)
  • 15 Mayo, 2012

Bajo la norma conocida como Estándar de Combustibles Renovables de 2007 (RFS, por sus siglas en inglés), la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés) estipula que las refinerías de gasolina y diesel deben mezclar una cierta cantidad de "combustibles renovables" en sus productos si no quieren enfrentarse a duras sanciones.

La gran mayoría del biocombustible que se produce hoy día es etanol derivado del maíz, para el que el RFS establece un límite de 15 mil millones de galones en el año 2015 (unos 57 mil millones de litros). Por tanto, para satisfacer la directriz federal de que 36 mil millones de galones de biocombustible (unos 136 mil millones de litros) se incorporen en la oferta global para el año 2022, la industria de biocombustibles de EE.UU. tendrá que producir una cantidad sustancial de otros tipos de biocombustibles, especialmente etanol celulósico, que puede ser producido a partir de pedazos de madera y pasto.

Sin embargo, en 2007, el Congreso de EE.UU. sobrestimó la capacidad del Gobierno para crear un mercado para los biocombustibles de celulosa, que siguen siendo mucho más caros de producir que el etanol de maíz. No hubo producción comercial de combustible de celulosa en los años 2010 y 2011, a pesar de que la ley de 2007 pedía originalmente 100 millones y 250 millones de galones -378 y 946 millones de litros, respectivamente- para esos años (los requisitos se redujeron posteriormente a alrededor de 6,5 millones de galones para cada año, unos 24 millones de litros). El gráfico de arriba muestra la producción actual de biocombustibles que ha habido hasta ahora y la compara con las directrices futuras.

En 2012, sobre la base del análisis de la EPA de seis instalaciones programadas para entrar en funcionamiento este año, ésta plantea que la industria en ciernes tendrá capacidad para producir cerca de 10,5 millones de galones (unos 40 millones de litros), en comparación con la meta original de 500 millones (unos 1890 millones de litros). El gráfico superior muestra un desglose, por sociedades e instalaciones, de las proyecciones de la EPA para el año 2012 en cuanto a la producción de biocombustibles de celulosa.

Varias instalaciones adicionales deberían iniciar la producción comercial en 2013, pero es difícil creer que la industria logre acercarse siquiera a la producción de mil millones de galones (unos 3.700 millones de litros), la meta para ese año fijada por el Congreso en 2007. Y la directriz para 2022 de 36 mil millones de galones totales de biocombustibles (136 mil millones de litros), 16 de cuales deberían ser celulósicos, parece menos realista cada año que pasa.

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