.

Cambio Climático

Gasolina hecha a partir del vinagre

1

Recibe impulso un proceso que convierte los ácidos de la basura en combustible.

  • por Kevin Bullis | traducido por Francisco Reyes (Opinno)
  • 09 Septiembre, 2009

Una compañía que ha desarrollado un proceso para convertir los residuos orgánicos y otros tipos de biomasa en gasolina—Terrabon, con sede en Houston—acaba de anunciar recientemente su asociación con Waste Management, el gigante de la recolección de deposición de basura con sede también en Houston. La asociación podría ayudar a que Terrabon haga llegar su tecnología al mercado.

Entre la profusión de nuevas tecnologías para crear biocombutibles, esta destaca puesto que será relativamente fácil ampliar el sistema para que se produczan millones de galones de combustible, afirma James McMillan, el director grupal de I+D de procesado bioquímico en el Laboratorio Nacional de Energía Renovable en Golden, Colorado, y que no está conectado con la compañía.

La mayoría de las compañías de biocombustibles se enmarcan en dos categorías. Algunas utilizan enzimas para descomponer la biomasa en azúcares simples y después un sólo organismo para convertir los azúcares en combustible, como por ejemplo la levadura. Otras utilizan las altas temperaturas y la presión para descomponer la biomasa en bloques de construcción química básicos—monóxido de carbono e hidrógeno—que más tarde son procesados químicamente para conseguir el combustible. Terrabon ha desarrollado un proceso que combina estas dos técnicas. Utiliza una mezcla de organismos naturales para convertir la biomasa no en combustible sino en ácidos carboxílicos. Más tarde, estos ácidos se pueden convertir en combustible y en otros componentes químicos mediante el uso de procedimientos químicos de sobra conocidos. Gary Luce, el director de la compañía, afirma que los combustibles de Terrabon pueden competir con los combustibles derivados del petróleo si los precios suben por encima de 75 dólares por barril. (El precio actual del petróleo es de 70 dólares por barril.)

Este método posee una ventaja frente a los métodos basados en organismos únicos puesto que la mezcla de organismos utilizada, procedente de saladeros, está adaptada para sobrevivir en hábitats silvestres. No necesita el entorno estéril especial que requiere el cultivo de organismos únicos para evitar su contaminación, lo que reduce los costes del equipamiento.

Estos organismos descomponen la biomasa de forma natural en ácidos carboxílicos, tales como el ácido acético, que es el componente principal del vinagre. Estos ácidos pueden servir como precursores químicos para una gran variedad de productos químicos y combustibles, incluyendo la gasolina y el diesel, mediante unos procesos que convierten los ácidos en cetonas y alcoholes. Los ácidos se consiguen sin usar el equipamiento de alto coste que se requiere para los procesos con altas temperaturas y presiones. También se pueden procesar para conseguir combustibles mediante el uso de equipamiento ya existente en las refinerías, con lo que los costes se mantienen a un nivel bajo.

Dado que los organismos no requieren un tratamiento especial, y puesto que los ácidos que producen se pueden convertir en combustibles en las refinerías ya existentes, debería ser relativamente fácil aumentar la producción de forma significativa, señala McMillan. La asociación de Terrabon con Waste Management debería ayudar, afirma, puesto que uno de los mayores retos que se dan con los biocombustibles avanzados reside en la recolecta de las grandes cantidades de biomasa necesarias. Waste Management ya posee camiones y otro tipo de equipamiento para la recolecta de basura y separación de los residuos orgánicos.

Los centros de compostaje de Terrabon, donde la biomasa se convierte en ácidos, se pueden situar cerca de las fuentes de biomasa—los vertederos municipales o las granjas. Los ácidos—o sales sólidas generadas a partir de estos ácidos—se enviarían a la refinería para su conversión en biocombustibles. Terrabon también está asociada con Valero, la mayor compañía de refinado con sede en San Antonio, y que colaboraría en esta fase del proceso.

Una de las desventajas potenciales del método de Terrabon es que sería extremadamente difícil, si no imposible, mejorar los organismos mediante el uso de las potentes herramientas genéticas que utilizan otras compañías de biocombustibles. Esto se debe a que utiliza una mezcla compleja de organismos, en vez de un único organismo, y cada uno de ellos tiene un papel a la hora de descomponer la biomasa en azúcar y convertir el azúcar en ácidos. Cesar Granda, director tecnológico de Terrabon, define a la mezcla como una “caja negra,” puesto que la compañía no sabe exactamente cómo funciona.

McMillan señala que el éxito de la compañía dependerá en parte de los costes y la energía necesaria para transportar los materiales en crudo y convertir los ácidos en combustibles. También afirma que las emisiones de dióxido de carbono del proceso químico podrían ser más elevadas en comparación con otros biocombustibles avanzados. Uno de los pasos en particular, la hidrogenización, necesita hidrógeno, que normalmente se deriva de los combustibles fósiles. Dependiendo de la fuente del hidrógeno, y la energía requerida en los otros pasos, puede que sea difícil que los biocombustibles de Terrabon alcancen la categoría de “avanzados” y, por tanto, puedan recibir incentivos federales.

Terrabon, que ha estado operando una planta a escala piloto en Bryan, Texas, tiene planes para comenzar a construir el año próximo unas instalaciones que produzcan 55 toneladas diarias en Port Arthur, Texas. Con la ayuda de la refinería de Valero en Port Arthur, se espera que el centro produzca alrededor de 1,3 millones de galones de biocombustible al año una vez se haya terminado de construir en 2011.

Cambio Climático

  1. La paradoja de la reducción del dióxido de azufre sobre el cambio climático

    A medida que el aire se vuelve más limpio, el mundo también pierde un importante efecto refrigerante.

    Un gran carguero de contenedores surca el océano
  2. Prolongar la vida útil de los reactores nucleares para limpiar la red eléctrica

    Un parque nuclear envejecido aún puede contribuir a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero

    Un turbogenerador en el Centro Energético de Indian Point de 2021
  3. El incierto futuro de la geoingeniería solar tras el fracaso del experimento de Harvard

    Algunos observadores sostienen que el fin de SCoPEx debería marcar el final de tales propuestas. Otros afirman que cualquier experimento futuro debería desarrollarse de forma muy distinta

    Un diagrama del globo SCoPEx tachado con una "X" roja flota sobre un fondo azul con partículas negras