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El cambio climático provocará escenarios para los que habrá que buscar nuevas soluciones arquitectónicas.

Cambio Climático

Construcción para sobrevivir y luchar contra el cambio climático

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Los edificios también son víctimas de los fenómenos extremos y la subida del nivel del mar, pero sus emisiones los convierten en verdugos del clima. Innovaciones como casas flotantes y herramientas de seguimiento pueden ayudar que el sector sea más resiliente y respetuoso con el planeta

  • por Patricia Ruiz Guevara | traducido por
  • 07 Mayo, 2018

Los efectos del cambio climático son inminentes y cada vez van a peor. Los niveles de dióxido de carbono están por las nubes y las temperaturas podrían aumentar unos 5° C para finales de siglo, según el Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas. Esta situación provocará una aceleración del deshielo con la consecuente subida del nivel del mar, y aumentará la frecuencia de fenómenos extremos como las inundaciones y los huracanes.

Los humanos debemos prepararnos de distintas formas para resistir ante la gravedad cada vez mayor de estos escenarios. Una de ellas debe centrarse en las casas y edificios en los que vivimos y trabajamos; la sociedad necesita soluciones arquitectónicas que hagan frente a las consecuencias del cambio climático. Construcciones flotantes, casas giratorias y edificios que miden sus emisiones son algunas de las propuestas que hay sobre la mesa. Pero no basta con paliar sus efectos: la arquitectura también debe que contribuir a que desaparezca el problema.

Frente al agua

El cambio climático se siente en la lluvia y alarga el invierno. Por desgracia, en Colombia lo saben bien: entre 2010 y 2012, el país sufrió la conocida como temporada invernal, uno de sus períodos más críticos en el que los aguaceros se sucedieron durante meses, provocando incontables destrozos y tragedias. Las inundaciones se repetían a diario y los colombianos con menos recursos no tenían acceso a viviendas dignas en las que guarecerse. Así se encendió la bombilla de la ingeniera de diseño industrial Lina Marcela Cataño.

La experta recuerda: "Decidimos crear un sistema de flotación sobre el que se pudiera construir cualquier tipo de superestructura, como viviendas, centros educativos y hospitalarios, comercios y espacios públicos que flotaran". Cataño es cofundadora de la spin-off Utópica desde la que se desarrolló la idea, que en 2012 la alzó entre los ganadores de Innovadores Menores de 35 de Colombia por MIT Technology Review en español. La propuesta se basa en un sistema de desplazamiento horizontal fijado al suelo que "permite el ascenso y descenso libre de la plataforma como consecuencia del Principio de Arquímedes". Gracias a esto, la estructura sube con el agua y vuelve al mismo sitio cuando desaparece la inundación.

Utópica desarrolló en 2014 el primer piloto de aulas flotantes de Latinoamérica, que sigue en funcionamiento y ya ha flotado en dos ocasiones. "Las inundaciones cada vez se producen con más frecuencia y se recrudecen como consecuencia del cambio climático", indica Cataño, y añade que estas plataformas pueden utilizarse también para hacer frente a la subida del nivel del mar.

Foto: Las escuelas flotantes de Nuestra Señora del Carmen en Sempegua (Colombia), desarrolladas por Utópica, antes (arriba) y después (abajo) de una inundación. Crédito: Spin-off Utópica-EAFIT.

Los países más desfavorecidos no serán las únicas víctimas de estos fenómenos. El estuario del Támesis (Reino Unido) se hunde un par de milímetros cada año, lo que ha inspirado al diseñador inglés Matthew Butcher para crear The Flood House. Se trata de un proyecto que, además de resistir a las crecidas del agua, intenta llamar la atención sobre el peligro que acecha a estas regiones. Su casa flotante sobre el río tiene una forma extraña que invita, según el diseñador, a que la gente se pregunte cómo deberían ser estas edificaciones y si deberían existir. Butcher explica: "Esta investigación estudia la evolución de las estrategias contra inundaciones y subidas del nivel del mar. No podemos seguir levantando y reparando muros de contención. En lugar de ello, se propone que el agua se desborde y cree nuevas marismas, donde se coloque una arquitectura cambiante".

El responsable también advierte: "Creo que aún hay tiempo para detener la amenaza del calentamiento global, pero tenemos que cambiar nuestra actitud y nuestra forma de relacionarnos con el entorno", y concluye: "Debemos adaptar la manera en que diseñamos y construimos los edificios a las condiciones actuales".

Foto: La casa flotante, The Flood House, podría ser una solución a las crecidas de agua en estuario del río Támesis. Crédito: Brotherton-Lock.

Frente a la temperatura

Los cambios de temperatura son cada vez más extremos debido al efecto invernadero. Ante el calentamiento glocal, Butcher considera que "tenemos que dejar de depender del aire acondicionado y de construir edificios con grandes fachadas de vidrio, que no pueden mantener el calor en el invierno ni evitarlo en verano". En su opinión, "este tipo de métodos de construcción supone un enorme desperdicio de energía".

Ante esta encrucijada, la empresa andaluza Sun House 360° presenta una casa giratoria que busca la luz y la eficiencia como si fuera una planta. El arquitecto de BIM de la compañía Pedro Torres explica su propuesta: "Nuestros diseños futurísticos tienen un sistema de giro inteligente para regular la temperatura, que hace que la casa se oriente al Sol si hace frío o de espaldas a él si hace calor". El usuario dispone de una aplicación móvil en la que elige que temperatura desea tener y "el software hace que la casa automáticamente se mueva gracias a una corona de giro y ruedas exteriores de acero", indica Torres.

Foto: Las viviendas giratorias pueden optimizar la temperatura interior de la casa buscando o huyendo del Sol. Crédito: Sun House 360°.

Pero eso no es todo, la vivienda también "consigue un ahorro energético de hasta el 70 % gracias a sus materiales aislantes, el sistema de orientación y las placas solares que pueden instalarse", detalla el arquitecto. La empresa ya está levantando el primer prototipo, y afirma que su diseño será idóneo para climas con grandes cambios de temperatura, como en Oriente Medio; países con muy poca luz, como Ucrania; y zonas muy calurosas, como el sur de España.

Frente a la contaminación

Además de reinventarse para resistir a los efectos del cambio climático, el sector de la construcción también debe replantearse los impactos negativos que él mismo provoca. Esta industria genera el 40 % de las emisiones de dióxido de carbono del mundo

El impacto de la huella ambiental de un edificio no solo dura lo que dura su vida útil, el propio proceso de construirlo y demolerlo también genera emisiones. Para reducir este efecto, la ingeniera belga Catherine De Wolf ha creado una base de datos interactiva y en continuo crecimiento, llamada deQo, que "mide las emisiones de dióxido de carbono de los edificios desde que se extrae el material, se transporta y se construye hasta que se produce la demolición", explica. Por su idea fue premiada en 2015 como innovadora menor de 35 Bélgica de MIT Technology Review en español.

"La herramienta ayuda a arquitectos e ingenieros a colaborar entre sí para mitigar el impacto ambiental y a diseñar estrategias mejores para reducir la emisión de carbono. Puede lograrse disminuyendo la cantidad de materiales, escogiéndolos bajos en carbono y reutilizando elementos de edificios demolidos", detalla De Wolf. Para la ingeniera, los edificios deberían dejar de emitir gases de efecto invernadero para convertirse en capturadores de carbono, algo que puede lograrse si se usan los materiales adecuados.

Foto: Los edificios emiten dióxido de carbono durante todo su ciclo de vida, desde que empiezan a construirse hasta que llega la hora de su demolición.

Para mejorar la eficiencia de las infraestructuras ya existentes, el ingeniero francés Vincent Bryant, innovador menor de 35 Francia en 2016 por MIT Technology Review en español, ha desarrollado una nueva arma contra el cambio climático: Deepki Ready, un económico sistema que analiza el consumo energético de los edificios. El experto explica: "Con esta aplicación recopilamos automáticamente todos los datos de una infraestructura y, gracias a modelos predictivos y big data, analizamos dónde y cómo ahorrar energía".

Deepki Ready trabaja a distancia con datos que ya existen y ya está instalada en 200.000 edificios en Europa y otras partes del mundo, como Colombia y Japón. Bryant, que busca "propulsar la transición energética", afirma que "el mayor potencial para enfrentar el cambio climático en los edificios reside en los ya construidos y, el mayor potencial para reducir las emisiones de CO2, en el uso inteligente de los datos existentes".

Frente al futuro

Los expertos coinciden en que la construcción que puede vencer al cambio climático será aquella que busque la sostenibilidad y la eficiencia, que esté preparada para escenarios peligrosos pero que también los prevenga. Butcher insiste en que aún estamos a tiempo de actuar, pero "debemos hacerlo antes de que sea demasiado tarde".

¿Cómo será la edificación del futuro? "Deberá tener unos buenos aislamientos térmicos, ser energéticamente sostenible y rápida de construir", opina Torres. Cataño aboga también por la flexibilidad: "Las estructuras sumamente rígidas son las que más sufren, por ejemplo, durante un sismo, mientras que las estructuras flexibles tienen un mejor comportamiento que hace se mantengan en pie por más tiempo". Para De Wolf, "la economía circular será clave en la forma en que diseñaremos y reutilizaremos nuestros edificios". Como concluye Bryant: "La construcción del mañana será práctica y ambientalmente eficiente, o no será".

*Este reportaje se publicó originalmente en el Blog de Innovación de Sacyr el 27/04/2018.

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